Es lo que surge de una encuesta que respondieron 2.030 maestros (de escuelas públicas y privadas) de las 24 provincias argentinas. La mayoría de los docentes dio menos contenidos durante 2020 y dudan sobre si será posible recuperarlos.
¿Cuánto pudieron enseñar los maestros y cuánto pudieron aprender los alumnos?, es la pregunta que atraviesa a la comunidad educativa del país y de la provincia. Una encuesta puso un poco de luz al respecto, aunque lo que esa luz alumbró no es nada alentador. La encuesta fue realizada por el colectivo de maestros “Abramos las escuelas” y si bien no toma una muestra representativa a nivel nacional, la respondieron 2.030 maestros (de escuelas públicas y privadas) de las 24 jurisdicciones.
Ante la interrupción del vínculo presencial en el mes de marzo, los docentes tuvieron que adaptar los programas. Según la muestra: el 86% de los consultados declaró haber bajado los temas abordados y un 74% optaron por reducir la profundidad en su tratamiento. “La paradoja surge en que, a pesar de esos recortes, el 78% considera haber trabajado más que en el ciclo lectivo 2019. Entre ellos, el 59% reconoció un esfuerzo ´mucho mayor´, resalto el sitio Infobae que analizo los números.
Ante la consulta por la posibilidad de recuperar los contenidos perdidos, las respuestas son alarmantes: el 40% piensa que esos saberes nunca van a ser recuperados, el 33% creen que van a ser necesarios más de dos años, el 21% considera que solo hace falta un año, mientras que el 4% entiende que no hace falta recuperarlos.
El gran interrogante que se abre de cara a 2021 es cuántos chicos abandonarán la escuela. Con el correr de los meses, el contacto entre los docentes y alumnos cayó. En la encuesta, el 34% manifiesta incluso haber trabajado con menos de la mitad de su curso. Mientras que solo el 5% asegura haber tenido comunicación fluida con todos los estudiantes. “Los resultados de la encuesta marcan eso: sentimos que trabajamos más, pero enseñamos menos, los chicos aprendieron poco y muchos perdieron contacto con la escuela”, declaro Sebastián Katz, vocero del colectivo “Abramos las escuelas”.
En general, los docentes no estaban acostumbrados al uso diario de la tecnología. Solo el 37.5% de los maestros trabajaba con entornos virtuales de manera habitual. Con el cierre escolar, debieron aprender sobre la marcha para sostener las clases a distancia. Las tres aplicaciones que más usaron fueron las videollamadas, el correo electrónico y WhatsApp.
Con miras al futuro, la emergencia de 2020 ratificó la necesidad del aula. Casi todos los docentes piensan que la virtualidad no puede reemplazar a las clases presenciales. Muchos de ellos (el 64%) entiende que las clases presenciales deberían haber vuelto antes en el país.