martes 3 de diciembre de 2024
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Cuando Argentina firmó un acuerdo con el FMI igual al actual y terminó en una de las mayores crisis de su historia

A comienzos de 1987 se conocía que el gobierno de Raúl Alfonsín iba a firmar un préstamo «Stand By» como el que se anunció esta semana.

«La Argentina acordó un ‘stand-by’ con el F.M.I.», titulaba el diario Clarín el jueves 8 de enero de 1987, en plena crisis del dólar del gobierno radical. El mismo tipo de acuerdo que se anunció esta semana.

«El subsecretario de Política Económica, Juan Sommer, comunicó ayer telefónicamente desde Washington al ministro Juan Sourrouille que la Argentina consiguió un acuerdo con el Fondo Monetario en base a la continuidad de la política económica. El acuerdo se extenderá durante quince meses y es la llave para la refinanciación con la banca acreedora y el Club de París», informaba el copete del artículo.

La información agregaba que Argentina había llegado a «un acuerdo definitivo con el Fondo Monetario Internacional» por el cual el gobierno de Alfonsín obtenía «un nuevo préstamo ‘stand-by’ que se destinará a pagar una parte de los intereses de la deuda externa que vencen durante 1987″.

El artículo agregaba que faltaban definir «algunos aspectos menores de redacción de algunos párrafos del ‘memorando de entendimiento'» acordado con el Fondo. Aclaraba que el acuerdo iba a guiar «toda la política económíca» de 1987 en nuestro país.

El acuerdo era de 1550 millones de dólares que cubría sólo «una parte de las necesidades de divisas para cubrir el déficit externo de la Argentina en 1987».

Clarín aclaraba que el Stand By propiamente dicho era un préstamo de 1200 millones de dólares a desembolsarse en cuatro cuotas que empezarían en febrero o marzo del año siguiente.

«Los restantes 350 millones de dólares se desembolasarían inmediatamente y el F.M.I. lo otorgó en concepto de compensación por la caída de las exportaciones», indicaba el artículo.

«El acuerdo se extenderá por un plazo de 15 meses, a partir del corriente. El convenio incluye las pautas fiscales que el secretario de Hacienda, Mario Brodersohn entregará a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados entre hoy y mañana», continuaba. Y agregaba: «El convenio fija pautas sumamente estrictas para el primer trimestre del año, en especial las referidas a las fiscales (para compensar los fuertes desajustes producidos en los últimos tres meses del año)».

La nota finalizaba asegurando que el memorando incluía una cláusula en la cual la Argentina se comprometía «a liberar importaciones y el giro de utilidades al exterior (como ya prometió y no cumplió en el anterior ‘stand-by’). Este paso se haría en forma inmediata».

El último párrafo indicaba que en relación con la política cambiaria, el acuerdo respetaba «la estrategia de minidevaluaciones» que llevaba adelante el Palacio de Hacienda, «lo cual se utilizará desde el Gobierno para tratar de calmar la escalada actual en la cotización del dólar».

El acuerdo se anunciaba dos años antes de la crisis de la hiperinflación que derivó en la entrega anticipada del poder de Raúl Alfonsín a Carlos Menem.

La crisis del dólar del 87, sumada al intento de golpe de estado que se produciría en la Semana Santa de ese año y las posteriores leyes de Punto Final y Obediencia Debida, provocaron el final de la llamada Primavera Alfonsinista.

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