El organismo le recordó a Gerardo Morales que las fuerzas de seguridad son para garantizar la protección de los manifestantes y no para reprimirlos. “La CIDH seguirá monitoreando el uso de la fuerza”, advirtió.
Según los reportes, la CIDH comenzó a recibir comunicaciones de organismos de derechos humanos sobre el accionar del gobierno de Morales y detectó que hubo un uso excesivo de la fuerza, gases lacrimógenos y balas de goma para disolver cortes de ruta no violentos. A eso hay que sumarle las distintas detenciones, el arresto de un adolescente de 17 años, la situación de un menor de edad que perdió un ojo porque la policía le apuntó a la cara y el caso de un manifestante herido con arma de fuego.
“La CIDH llama al Estado a respetar el derecho a la libertad de expresión, los estándares interamericanos del uso de la fuerza, y a llevar a cabo un proceso de diálogo efectivo, inclusivo e intercultural, en el que se respete los derechos sindicales y de los pueblos originarios”, se lee en el comunicado que se conoció en la tarde de hoy.
El comunicado contempla que las protestas son una consecuencia de la reforma constitucional que impulsó Morales y que generó un amplio repudio social por limitar la libertad de expresión –prohibir los cortes de calles, de rutas y la ocupación de edificios públicos, lo que redundará en la capacidad de la policía de decidir qué protestas son legales y cuáles no– y porque dejaba a los pueblos originarios que no tuvieran el reconocimiento del Estado provincial expuestos a un pronto desalojo de sus tierras –sobre todo en tiempos en los que avanzan los acuerdos para la extracción del litio–.
