El grupo defensor de genocidas solicitó la reunión a través de la embajadora argentina ante la OEA, Paula Bertol.
El agrupamiento de familiares y abogados que defienden a genocidas de la última dictadura cívico-militar visitó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La reunión fue solicitada luego de que denunciaran al Estado argentino por los juicios de lesa humanidad que pesan sobre los militares.
La CIDH decidió recibirlos por primera vez en la historia, en carácter privado, tras la gestión que realizara Paula Bertol, la embajadora argentina ante la Organización de los Estados Americanos.
Lo que sostienen quienes defienden a los represores es que son “presos políticos”, por lo cual piden su liberación. A ello le suman el cuasi argumento de su avanzada edad, un compendio que apunta a supuestas “violaciones al debido proceso” en los juicios.
“Los detenidos por crímenes de lesa humanidad están en una clara situación de privilegio frente al resto de las personas sometidas a procesos penales”, señalaron desde Abuelas de Plaza de Mayo. El histórico organismo de derechos humanos manifestó su “preocupación” tras las gestiones que realizó una funcionaria del Ejecutivo Nacional.
El objetivo de los defensores de genocidas es dilatar el proceso judicial por los crímenes cometidos en la última dictadura: torturas, asesinatos, secuestros, apropiaciones de bebés, desapariciones, violación, entre otros.
Ya se habían realizado denuncias contra el Estado argentino ante la CIDH, pero ésta nunca había dado curso a lo planteado. Hasta ahora. La comisión se preparó para recibir a representantes de la Asociaciónde Abogados por la Justicia y la Concordia y de Puentes para la Legalidad, dos agrupaciones que defienden genocidas. Aunque limitó la reunión a casos que comprendan a militares con más de 65 años.
Foto ilustrativa: reunión de Cecilia Pando y el Episcopado de la Iglesia Católica por igual situación.