La medida responde a factores como la devaluación del peso y ajustes impositivos. El incremento promedio del 4% afectará a naftas y gasoil en todo el país.
A partir de mañana, los conductores argentinos enfrentarán un nuevo aumento en el precio de los combustibles. El ajuste, que promedia un 4% en naftas y gasoil, llevará el costo de algunos productos a superar los $1.300 por litro en ciertas regiones del país. Este incremento se atribuye a una combinación de factores, incluyendo la devaluación mensual del peso, recientes ajustes impositivos y la necesidad de las petroleras de mejorar su rentabilidad.
En la provincia de Salta, donde los precios ya habían superado la barrera de los $1.000 por litro hace dos meses, el impacto será significativo. La nafta súper pasará de $1.066 a $1.108,6 por litro, mientras que la versión premium alcanzará los $1.334,32. El gasoil no escapa a esta tendencia alcista, con el Diésel 500 de YPF llegando a $1.184,56 y el Infinia Diésel a $1.401,92 por litro.
El aumento no se limita a una región específica, sino que afectará a todo el territorio nacional, contribuyendo a la presión inflacionaria que experimenta la economía argentina. Además, el sector enfrenta una caída en las ventas de combustibles del 12% respecto al año anterior, marcando el séptimo mes consecutivo de descenso. Esta retracción se acentúa en las naftas premium, mientras los consumidores optan por alternativas más económicas en un intento por aliviar el impacto en sus bolsillos.