La joven integra la Asamblea por el Agua Sana de San Lucas, San Carlos y El Barrial. Junto a otras 21 mujeres y organizaciones sociales del país recibió la distinción Berta Cáceres por su trayectoria en defensa del ambiente y la construcción del buen vivir.
Su lucha desde la Asamblea por el Agua Sana de San Lucas, San Carlos y El Barrial es desoída por las autoridades de la provincia, pero fue tenida en cuenta por la Cámara de Diputados de la Nación, que junto a la Red de Defensoras del Ambiente y el Buen vivir, organizó la 4° Jornada por la Defensa del Ambiente y el Buen Vivir. Allí Yañez fue la única salteña reconocida entre las 21 mujeres y organizaciones sociales distinguidas en todo el país. Recibió la distinción Berta Isabel Cáceres, una lideresa del Pueblo Lenca, feminista y activista ambiental de Honduras asesinada el 2 de marzo de 2016, tras años de recibir amenazas.
«Fue una emoción y sorpresa esta distinción representando a Salta, pero sobre todo, a las mujeres de los Valles Calchaquíes que están en la lucha por el agua», dijo Yañez en dialogo con la sección local del diario Página 12. Allí relató que su lucha se inició hace cuatro años cuando muchas madres y algunos hombres decidieron autoconvocarse luego de tomar conciencia de la poblemática que viven los sancarleños por la mala calidad del agua para consumo humano.
El medio citado hizo un resumen de la historia que comenzó a fines de la década del 90 cuando un aluvión tapó la toma que conectaba con la vertiente de San Lucas, ubicada a 12 kilómetros de la zona urbana. La empresa prestataria optó por realizar un pozo para brindar el servicio en vez de volver a rehabilitar la toma colapsada. Con los años, los vecinos empezaron a denunciar que el agua de los pozos estaba contaminada y recién a partir de 2008 se conocieron informes de estudios del agua en dos de los cuatro pozos que hoy tiene el pueblo. El último – del 2016 – fue realizado por la U.N.Sa. y determinó que el agua del pozo La Dársena tiene 2.48 miligramos de boro por litro. En 2018 la OMS estableció que el valor límite de boro en el agua para consumo humano es de 2.40 miligramo por litro.
Volviendo a Yañez, hay que decir que vive en la zona de El Barrial, sobre la ruta nacional 40, y es una de las últimas familias beneficiadas por la red de agua que llega a San Carlos. La joven dijo que la asamblea de vecinos está solicitando que la fuente de provisión de agua vuelva a ser la vertiente de San Lucas, desde donde se distribuya a otros barrios. Sin embargo, en ese objetivo máximo, indicó que la prioridad hoy es que se pueda dar una pronta respuesta a la comunidad de San Lucas que, por proximidad a la cuenca, tiene una toma de buena calidad, pero hoy «no tienen las obras necesarias y sólo captan el agua con una manguerita».
Los autoconvocados de los que Yañez forma parte realizan múltiples actividades. Este año aprovechan la llegada de turistas visibilizar su reclamo. La referente es además artesana textil, por lo que la carencia en la distribución del agua también perjudicia su trabajo, dado que necesita lavar la lana que usa para su actividad. Además, indicó que la reivindación de su derecho al agua sana está íntimamente ligado a la defensa del territorio de las comunidades indígenas del lugar. Como integrante de la Comunidad Diaguita Kalchaki Cóndor Huasi, sabe que existe una problemática real que lleva a que empresarios viñateros lleguen al «lugar mágico» de San Carlos, para quedarse con las tierras y el mejor caudal del agua.