Una investigación sobre los partidarios de Hitler que operaron desde nuestro país, mostró la complicidad del dictador salteño al permitir el ingreso de nazis durante el gobierno de facto que encabezo tas derrocar al presidente Hipólito Irigoyen.
Uriburu había nacido en Salta el 20 de junio de 1867 y partió a Buenos Aires en 1881 para concretar sus estudios secundarios y luego ingresar al Colegio Militar dando inicio a una carrera que coronó con lo que fue el primer golpe de estado del siglo XX. Siempre se supo que el salteño buscó emular emular en lo personal y en lo que a conformación de la sociedad se refiere al “Duce” italiano Benito Musolini. Como él pretendió movilizar a las masas aunque sólo logró montarse en el descontento con el gobierno radical y aglutinar una runfla de jóvenes “bien” que queriendo ser los camisas negras italianos, gozaron de impunidad para que de su elitismo ofendido brotara la furia contra hijos de inmigrantes a quienes identificaban como elementos corrosivos al ser nacional.
Con semejante referente, no es de extrañar que también simpatizara con quienes apoyaban a Adolf Hitler, quien por entonces comenzaba a consolidar su poder en Alemania. El vínculo entre el nazismo y nuestro país vuelve a confirmarse en una reciente investigación difundida por el Centro Simon Wiesenthal que dio a conocer una serie de abultados montos y transferencias que se realizaron por nazis asentados en Argentina. Se trata de una lista de nombres de casi 12.000 nazis en Argentina que habían aportado a una o más cuentas bancarias en el Schweitzerische Kreditanstalt, que luego se convirtiera en el Banco Credit Suisse, con sede en Zurich, Suiza.
El investigador argentino Pedro Filipuzzi compartió con el Dr. Shimon Samuels y el Dr. Ariel Gelblung (ambos del Centro Simon Wiesnthal) ese listado que descubrió por azar en un viejo depósito de la que fuera la Sede Nazi en Buenos Aires. “Durante la década de 1930, el régimen militar pro-nazi del Presidente José Félix Uriburu, apodado Von Pepe por germanófilo, y de su sucesor Agustín Pedro Justo, acogió con beneplácito una creciente presencia nazi en Argentina. En 1938, este último fue reemplazado por el Presidente antinazi Roberto Ortiz, quien con el objeto de desnazificar la Argentina, estableció la Comisión Especial para la Investigación de Actividades Anti-Argentina», destacaron desde la organización.
La investigación recuerda así que hasta 1938 había una cifra oficial de 1.400 miembros de la sección exterior del NSDAP/AO (Partido Nacional Socialista Obrero Alemán/Organización Exterior), con residencia en Argentina, así como más de 12.000 miembros de apoyo a la encubierta «Unión Alemana de Gremios» anteriormente denominada «UAG-Frente Alemán del Trabajo» (DAF-Deutsche Arbeitsfront) y otros 8.000 afiliados a otras organizaciones nazis.
«Estas incluían desde empresas alemanas tales como IG Farben (el proveedor de gas Zyklon-B, utilizado para exterminar judíos y otras víctimas del nazismo), hasta organismos financieros como el ‘Banco Alemán Transatlántico’ y el ‘Banco Germánico de América del Sur’. Estos dos bancos aparentemente sirvieron para la realización de las transferencias nazis camino a Suiza», explicó Samuels.
La Comisión Especial de Investigación de Actividades Anti-Argentina mencionada anteriormente, secuestró esta documentación en un allanamiento efectuado en la sede de la Unión Alemana de Gremios. En el período 1941-1943, la Cámara de Diputados de la Nación, estudió e imprimió un Informe que incluía las transferencias bancarias nazis desde Argentina hacia Suiza.
En 1943, el Grupo de Oficiales Unidos pro-nazis (GOU – Grupo de Oficiales Unidos) presidido por el líder de la milicia fascista Pedro Pablo Ramírez, asumió el poder y disolvió la Comisión Especial, quemando sus hallazgos e informes, incluyendo las listas relacionadas con los nazis que habían sido impresas por la Cámara de Diputados de la Nación».