Lo dijo Daniel Escotorín quien ayer se cruzó en televisión con el sojero que reivindicó la figura del genocida Domingo Bussi. El militar tucumano murió condenado por secuestros, asesinatos y desapariciones de personas en su provincia.
En una entrevista realizada ayer en Canal 10 se cruzaron Alfredo Olmedo y Daniel Escotorín, ambos precandidatos al Parlasur. La escena que se viralizó muestra al sojero reivindicando al militar tucumano Domingo Bussi, genocida condenado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura. “Para hablar del General Bussi me pongo de pie”, dijo Olmedo dando origen al cruce con el historiador salteño que hoy habló con el programa CUARTO OSCURO (FM La Cuerda 104.5) y narró lo ocurrido en torno a una de las figuras más siniestras de la última dictadura.
“Estuve escuchando con mucha paciencia toda la serie de fabulaciones, mentiras e inventos que tienen desde lo político y lo personal. Esta cosa de que Milei llegó a la política hace dos años, que no forma parte de la casta y los eternos llantos frente al Estado que los oprime. En fin, él decía lo suyo y yo lo mío. Sí me pareció importante destacar que Milei no es un tipo recién llegado a la política, que no pasó por sectores democráticos y acoté que había sido funcionario de Bussi. Allí es cuando Olmedo se para en una especie de saludo marcial y reivindica a la figura de Bussi. Bueno, ahí me pareció que era el punto que no se podía dejar pasar”, dijo el historiador.
Efectivamente, fue allí cuando Olmedo dijo “Para hablar del General Bussi me pongo de pie”. Ante la reacción del historiador que recordó a grandes trazos la historia del genocida condenado por la Justicia, Olmedo optó por acusar a Escotorín de ser “Montonero”, asegurar que “gracias al General Bussi somos libres” y que el militar también había sido gobernador tucumano en tiempos de democracia, aunque murió condenado.
“La verdad es que Olmedo hizo una apología del terrorismo de Estado”, sentenció el historiador que luego trató de explicar las características personales y políticas del negacionista de campera amarilla que transita entre los payasezco y tenebroso. “Ambas cosas. La imagen es muy cinematográfica. De esas figuras payasescas que se arrancan el disfraz y dejan ver su rostro tenebroso. Esta cosa mediática, cirquera, de mucha exposición, pero claramente lo que hay detrás es un modelo autoritario que no tiene que ver solo con la reivindicación de ese pasado, sino que ese pasado vuelve reencarnado en sus proyectos políticos” sentenció.