El proyecto, parte del Plan Güemes, cubrirá dos cuadras desde la terminal hasta la Aduana en el límite de Aguas Blancas y Bermejo. Aseguran que su construcción busca reforzar los controles migratorios y aduaneros en la zona.
En el marco del Plan Güemes, el Gobierno Nacional aprobó el presupuesto para la construcción de un alambrado de 200 metros en la localidad de Aguas Blancas, en la frontera salteña con Bolivia. La iniciativa, solicitada por el interventor Adrián Zigarán, busca reforzar los controles migratorios y aduaneros en un área históricamente flexible.
El proyecto contempla un alambrado tipo olímpico, con alambres de púas y materiales de alta resistencia. Según Zigarán, el diseño busca impedir el paso no autorizado, comparándolo con una estructura similar a la de una cárcel, por su robustez. La obra cubrirá el tramo entre la terminal y la Aduana, un punto clave para los controles en la frontera.
El próximo paso será adjudicar la obra mediante un convenio con la Secretaría del Interior y un llamado a licitación, cuyo cronograma dependerá del monto asignado. Si se cumplen los plazos, las obras podrían comenzar en 30 días, lo que marcaría un punto de inflexión en la dinámica fronteriza, obligando a todas las personas a pasar exclusivamente por Migraciones y Aduana, algo que no suele respetarse a rajatabla.
Zigarán también enfatizó la necesidad de mayor colaboración por parte de Bolivia, ya que la baja cantidad de personal que destinan a Aduana genera congestión en los controles. El alambrado, en combinación con otros esfuerzos -señaló el interventor a la prensa- busca reducir estas problemáticas y garantizar un tránsito más regulado en la zona.