La directora de la Unidad Carcelaria N°9 y otra funcionaria fueron removidas de sus cargos tras permitir que una reclusa condenada por tráfico de drogas asistiera a una fiesta y consumiera alcohol.
La reclusa, conocida como “La Negra” Galarza, había obtenido una salida transitoria para visitar a su madre, pero fue descubierta en una celebración donde se encontraba bebiendo y bailando. Las autoridades penitenciarias no tomaron ninguna medida al respecto y le permitieron seguir en la fiesta.
Según una cronista de Multivisión Federal, las funcionarias de la cárcel sabían lo que estaba ocurriendo y dijeron que “no pasaba nada”. La Negra Galarza, de 49 años, fue condenada en agosto del año pasado a 7 años de prisión por tráfico de pasta base.
El hecho generó indignación y repudio en la sociedad, y motivó una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades involucradas en este asunto. La Negra Galarza no tenía problemas de salud que justificaran su salida transitoria.
