La caída del consumo interno y la baja demanda generan un impacto devastador en el sector. Según la Cámara Pymes, cada empresa cerrada deja un promedio de 12 trabajadores desempleados y requiere una década para volver a establecerse.
La tesorera de la Cámara Pymes, Miriam Guzmán, alertó sobre la crítica situación que atraviesa el sector en Salta, donde 120 pequeñas y medianas empresas han cesado sus operaciones como consecuencia de las actuales políticas económicas nacionales. La funcionaria señaló que las empresas supervivientes se ven forzadas a implementar medidas de ajuste, que incluyen reducción de personal, eliminación de horas extras y, en casos extremos, el cierre definitivo de establecimientos.
El escenario se torna más preocupante al considerar que la reactivación de una Pyme requiere aproximadamente diez años, mientras que cada cierre implica la pérdida inmediata de al menos doce puestos de trabajo. Guzmán, en entrevista con FM Noticias, enfatizó que la situación actual difiere de administraciones anteriores, donde existían canales de diálogo con el gobierno nacional.
Las perspectivas para el sector no son alentadoras, anticipándose más cierres en los próximos meses. Como alternativa, algunas empresas consideran reorientar sus actividades hacia el sector tecnológico e informático, que mantiene un crecimiento sostenido. La representante gremial también destacó que la responsabilidad por la falta de reducción en los precios recae sobre las grandes empresas y no sobre las Pymes.
