Las declaraciones de la diputada nacional en contra de la universidad pública la convirtieron en blanco de muchos que transitan o transitaron por allí. Gustavo Farquharson fue uno de ellos. “En estos casos no pedimos inteligencia, solo honestidad”.
Continúan las repercusiones tras las declaraciones de Emilia Orozco a la prensa sobre las características de las universidades públicas en general y de la Universidad Nacional de Salta en particular. No sólo dijo que allí cursan personas que estudian hace más de 20 años para recibir becas, comida o boletos gratuitos; también sugirió que el claustro docente demoraba su tesis de licenciatura ante la posibilidad de que ella fuera competencia en la lucha por los cargos docentes.
El concejal capitalino Gustavo Farquharson se refirió al asunto y manifestó a CUARTO que sintió “dolor e indignación por lo ocurrido. Es deshonesto que una diputada nacional que egresó de la UNSa, que recibió educación gratis, que se benefició de becas universitarias, apele a mentiras para justificar el desfinanciamiento que promueve el gobierno al que pertenece. También es reprochable intelectualmente. En estos casos no hace falta un riguroso análisis, alcanzaría que los que opinan lo hagan con honestidad”, sentenció.
Consultado sobre la reacción de docenes y universitarios ante los dichos de la legisladora, el edil dijo que “las emociones incluyen una mezcla de tristeza y bronca. Molestó mucho que ella declarara que le demoraban la aprobación de su tesis porque supuestamente era una amenaza para las docentes. La verdad que a todos nos sorprendió. Ayer lo manifesté en la sesión del Concejo Deliberante: hay que tener una autoestima muy alta para creer que los docentes temían perder ante ella sus cargos. Dejando de lado eso que tiene que ver con una cuestión de egos y vanidades, lo importante fue el comunicado emitido ayer por la Escuela de Ciencias de la Comunicación. Con asombrosa claridad y datos verificables desmontaron las mentiras de la diputada”, reflexionó.
A la hora de insertar lo ocurrido con la realidad política nacional, el concejal aseguró que se trata de dirigentes que “buscan desprestigiar a instituciones claves para el desarrollo colectivo e individual apelando a falacias para generar animosidad social contra ellas. Creen que así podrán desfinanciarlas y hasta cerrarlas con facilidad. No van a lograrlo. Las universidades en este país son percibidas como la condición de posibilidad de movilidad social, están arraigadas en el ADN argentino, aun cuando algunos como Emilia Orozco decidan darle la espalda y trabajar para eliminar políticas que ella pudo aprovechar”, concluyó.