Comunidades originarias, organizaciones ambientales y académicas advierten que el proyecto que ya cuenta con media sanción de diputados carga con vicios que lo vuelven ilegal. Piden que el senado lo rechace y se reinicie el proceso.
La nota ingresó durante la mañana de hoy, esta rubricada por una docena de organizaciones y dirigida al senador Walter Wayar que oficia de Presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Transporte. El escrito enumera las objeciones realizadas al proceso que culminó con el proyecto que los firmantes piden “rechazar” a fin de que se convoque a “UN NUEVO PROCESO” acorde a lo que exigen las leyes: “con mesas de trabajo y metodologías claras para garantizar la participación real, para consensos reales, con la presencia de representantes de todas las comunidades indígenas, productores agropecuarios, legisladores, universidades, organizaciones de la sociedad civil, de DDHH y sindicales, con veedores imparciales que garanticen un proceso transparente, justo, de respeto ambiental y social”.
La primera objeción fue la vinculada a la decisión del gobierno salteño de crear una categoría nueva representada con el color marrón, cuando la Ley de Bosques nacional incluye sólo tres categorías que se identifican con el rojo, el amarillo y el verde. Los firmantes aseguran que “carece de la facultad de crear nuevas categorías argumentando que la Ley de Bosques no lo prohíbe” y recuerda que las únicas categorías de zonificación contempladas en la Ley provincial N° 7543 y Ley Nacional N° 26.331, son: Categoría I (color rojo), Categoría II (color amarillo) y Categoría III (color verde).
La segunda objeción se relaciona con la anterior al señalar que tanto la ley nacional como provincial prohíben actividades de deforestación en las zonas comprendidas en la categoria II. “por lo cual cualquier categoría intermedia o transitoria que pudiera crearse (es decir cualquier variante del color amarillo) con el fin de autorizar el desmonte, es claramente ilegal y el pretender que dentro de una zona que antes estaba completamente protegida contra el desmonte se acepten ahora variantes que permitan el desmonte parcial, es claramente violatorio del principio de no regresividad ambiental”. En igual sentido, los firmantes apuntan como tercera objeción que en el nuevo mapa se observan cuencas hídricas que dejaron de estar en la Categoría I que prohíbe el cambio en el uso del suelo.
A continuación sintetizamos el resto de las objeciones: 4) La Categoría ilegal “transitoria” no surge de ningún proceso participativo y tampoco fue consensuada en los talleres o por el Consejo; 5) El nuevo proyecto OTBN no respeta el principio progresividad o no regresividad ambiental; 6) El nuevo proyecto de OTBN promueve la fragmentación de los bosques; 7) El nuevo proyecto OTBN deja sin protección, mediante la Categoría ilegal APC, zonas que son objeto de procesos judiciales; 8) Mediante la Categoría ilegal APC (marrón o amarillo oscuro) aumenta el riesgo de que los territorios habitados por pequeños productores y pueblos indígenas sean desmontados; 9) El proceso no cumplió los requisitos necesarios para garantizar la participación; 10) No se respeta al derecho a la consulta previa establecido en el Convenio 169 de la OIT; 11) las irregularidades habilitan futuros planteos de inconstitucionalidad y generar responsabilidad internacional de la provincia; 12) denuncian que la cantidad de participantes es insuficiente para garantizar el debido proceso para la elaboración del nuevo mapa; 13) observan que las metodologías de consulta no fueron las apropiadas; 14) que el análisis socio cultural estuvo ausente; 15) que el proyecto ignora que Argentina firmó en 2022 en la Cumbre Climática de Glasgow un compromiso de Deforestación Cero para el 2030; 16) también que la Unión Europea (UE) busca evitar la comercialización de productos provenientes de zonas deforestadas; 17) impugna la participación de la UNSa en este proceso; 18) impugnan la metodología Q empleada para la determinación de las Categorías; 19) y remarcan que el nuevo mapa OTBN no incluye los bosques de algarrobos nativos de los Valles Calchaquíes.