Es lo que enfatiza un informe del CELS con cifras y porcentajes precisos que provienen de datos oficiales y consultoras privadas: disminución de trabajo, pérdida de empleos privados más alta dependencia del público y caída de salario real.
El CELS publicó un informe titulado “La situación de los derechos económicos, sociales y culturales en la Argentina”. El mismo compila la información presentada al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Comité DESC) en ocasión de la IV evaluación periódica de la República Argentina sobre el cumplimiento de sus obligaciones referidas al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Se trata de diferentes secciones y uno de ellos enfatiza puntualmente en el incremento del desempleo, la ola de despidos y la precarización de las condiciones laborales en nuestro país durante la gestión del presidente Mauricio Macri.
“Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la desocupación pasó de un 5,9% en el tercer trimestre del 2015 a un 9,1% en el primer trimestre del 2018. Esto nos da como resultado una pérdida de 688.000 puestos de trabajo. A efectos metodológicos y de respetar condiciones estacionales, de la comparación del primer trimestre de 2018 contra el primer trimestre de 2015, la disminución de puestos de trabajo, en ese período, habría sido de alrededor de 430.000”, enfatiza el documento.
El mismo da otro rasgo preocupante: en el primer trimestre de 2018 la economía creció un 3,6% respecto a igual trimestre de 2017, pero la tasa de desocupación se mantuvo casi invariable (9,2% en 2017 y 9,1% en 2018) y se generaron 34 mil desocupados más que el año pasado; situación que se agravó con la recesión económica que se inició entre abril y mayo de 2018. “De hecho, en el mes de mayo de 2018, hubo 30.900 trabajadores registrados menos que en diciembre de 2017”, explica.
Subocupación
El documento se detiene también en el fenómeno de la subocupación: 9,8%, dividida en un 6,8% de subocupados que buscan empleo y un 3% que no demanda. ”Esto determina que los trabajadores con problemas de empleo suman un 15,9% de la población económicamente activa, en valores nominales 3.418.500 trabajadores”. Tal situación se explica también por la pérdida de dinamismo – desde el 2015 – en la creación de empleo privado registrado: en los últimos dos años se expandió a una tasa promedio anual de 0,38%, inferior a la vigente entre el 2011 y 2015 que fue en promedio 0,60%.
Hay más con respecto a este punto: a mayo de 2018 se verifica que los asalariados ocupados en el sector privado (unos 6.239.100 trabajadores), representan un 29% del total de ocupados y subocupados. El porcentaje restante lo conforman los trabajadores estatales, muchos de ellos con contratos transitorios; los empleados de casas particulares, los monotributistas y los monotributistas sociales. Hay que destacar también que en el empleo privado registrado se produjo un fuerte cambio de orientación sectorial: disminución significativa de puestos de trabajo industriales (en general, bien remunerados) y su reemplazo por otros del sector de servicios y la construcción (que suelen tener salarios más bajos).
Éste proceso está acompañado por un sostenido deterioro de las condiciones de trabajo. “En efecto, el 44% de los empleos creados entre el primer trimestre de 2017 y mismo periodo de 2018 fueron de baja calidad. En estas circunstancias, más de 9 millones de trabajadores (ocupados y subocupados) se encuentran trabajando en contextos de informalidad o precariedad, sin la protección integral que las leyes prevén en materia de seguridad social, cobertura de salud y protección de seguridad en el trabajo”, destaca el informe que también recuerda que el “miedo a perder el empleo incide de manera negativa en las capacidades de negociación de trabajadores”.
Caída del salario
De acuerdo a una investigación reciente del Centro de Investigación e Información de la República Argentina (CIFRA), el salario real promedio de los asalariados registrados del sector privado tuvo una caída en el mes mayo de 2018, frente al mes de abril de 2018. Así el poder adquisitivo de este salario fue 1,3% más bajo que en abril de 2018. Y si se lo compara con el mes de marzo del mismo año, la reducción fue de 5,4% menor. De acuerdo al mismo informe, “si se lo compara con noviembre de 2015, antes de la asunción del gobierno actual, se ubica 5,7% por debajo”.
La reducción del salario fue más notoria en el caso del sector público. De acuerdo al citado Informe de CIFRA, la caída promedio del sector público (administración nacional, enseñanza y salud de jurisdicción nacional y provinciales), entre noviembre de 2017 y mayo de 2018, alcanzó el 7,0%.
Debe tenerse en cuenta que esta reducción del salario del sector público también coincide con una política estatal de despidos de trabajadores y trabajadoras del sector. En efecto, desde principios del año 2016, el gobierno decidió el despido masivo de trabajadoras y trabajadores del sector público. Los despidos, en el sector público, son utilizados también como elemento disciplinador para hacer tolerable la baja de los salarios reales en la Administración Pública Nacional.
A este panorama también tiene que agregarse la devaluación de la moneda argentina frente al dólar estadounidense. Como explica el Informe de Cifra, la devaluación “generó mejoras en la competitividad por vía cambiaria, lo que implicó que los exportadores aumenten sus ingresos, aunque no necesariamente las cantidades exportadas. La contracara de este proceso es que se aceleraron los precios internos y en particular los de los alimentos, que crecieron por encima del promedio”.