Un hombre de 39 años pasará los próximos meses tras las rejas tras protagonizar una escena digna de película. Todo comenzó con una persecución y terminó con ladrillos volando por los aires.
El barrio San Silvestre, de Tartagal, vivió momentos de película cuando primero un sujeto que viajaba en un auto perseguía a una moto en la que iba una pareja. Nadie sabía qué era lo que estaba sucediendo. Como si fuera poco, cuando la policía llegó para poner orden, el perseguidor decidió que era el momento perfecto para practicar sus habilidades de parkour.
En un momento digno de los mejores thrillers, el hombre abandonó su auto y, cual Spider-Man criollo, trepó al techo de una casa. Pero en lugar de telarañas, empezó a lanzar ladrillos a diestra y siniestra contra los policías. Imaginen la escena: ladrillos volando, policías esquivando y vecinos con la boca abierta preguntándose si estaban en medio de un rodaje.
Después de este numerito, el intrépido vecino intentó darse a la fuga. Spoiler alert: no le fue muy bien. Tras una persecución que más parecía sacada de un capítulo de «Policías en acción», terminó con las esposas puestas.
El juez, que no estaba para bromas, le recetó diez meses y medio de vacaciones tras las rejas por hacerse el rebelde con la autoridad. Y como bonus track, lo declararon reincidente. Eso sí, del cargo de abuso de armas zafó por un pelito.
