Una vez más, el oficialismo desdobló la aplicación del impuesto a los combustibles en agosto para que se sienta menos el impacto en las urnas. Igual, en septiembre se completa la suba.
El Gobierno dividió en dos partes el incremento a los combustibles líquidos con el objetivo de amortiguar el descontento de la sociedad antes de las elecciones. De esta manera, en vez de aumentar 7,9% en agosto, lo hará en un 3,1%, y el resto llegará en septiembre.
La medida fue publicada en el Boletín Oficial, donde señalan que “resulta conveniente prever una mayor gradualidad” para que “surta efectos para los hechos imponibles que se perfeccionen desde el 1º de septiembre de 2019”.
Esta maniobra ya había sido tomada en julio, por lo cual esperan que la inflación disminuya, o al menos marque tendencia a la baja, y así mitigar el impacto en el precio final del monto del ICL. El impuesto se actualizará en octubre, cuando llegue la fecha trimestral y deba decidir si implementará la misma metodología.
Lo real y cierto es que el Gobierno decidió desdoblar el aumento para evitar pagar el costo político de cara a las PASO el domingo 11 de agosto. Sin embargo, el aumento se concretará en el mes que viene, cuando los combustibles suban el 4,8% restante o 31 centavos por litro de nafta y 19 centavos por litro de gasoil.
