Resaltan como principales problemas las fuertes caídas en la facturación y los problemas para conseguir insumos. El tercer relevamiento al respecto fue difundido ayer por la UIA.
Los datos duros del reporte son los siguientes: el 38% de las empresas señaló que de mantenerse la caída de la actividad, baja facturación, endeudamiento forzoso y dificultades para conseguir insumos no podrán continuar trabajando; mientras un 13% directamente advirtió que irá a concurso preventivo.
Los datos dan cuenta de la heterogeneidad de realidades que atraviesa el sector. Frente a un 56% de empresas cerradas en mayo, en junio ese número se redujo al 21%. En tanto, solo un 17% produce al nivel previo a la pandemia y más del 43% produce menos de la mitad que antes de la llegada del virus. El reporte revela que con la habilitación de actividades y la puesta en marcha de protocolos para la producción en varias regiones y sectores de actividad, el panorama productivo mostró «una leve recomposición respecto de los relevamientos previos». Sin embargo, la apertura no vino de la mano de una mejora en la facturación. Solo el 14% de las empresas logró sostener su nivel de ventas previo a la pandemia. Mientras que el 62% registraron caídas superiores al 30%.
Como consecuencia, las firmas siguen acumulando problemas financieros. El 41% de ellas debe impuestos, 29% postergó el pago de obligaciones financieras, 27% quedó debiendo a los proveedores, 18% no pagó alguna tarifa de servicios básicos y el 3% tuvo problemas para el pago de salarios en mayo. En general, fue por haber recibido el apoyo del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), así como por los acuerdos de suspensiones. En mayo el 63% de las industrias relevadas contaron con el apoyo estatal.
En tanto, las medidas de asistencia financiera tuvieron un paulatino avance respecto al mes anterior: un 52% de empresas pudo acceder a dichas líneas de crédito. No obstante, persisten las dificultades para conseguir financiamiento por diferentes razones: falta de respuesta de los bancos, acceso parcial a las líneas de financiamiento, dificultades para presentar la documentación requerida y el rechazo por la situación de riesgo crediticio, entre otros.
Pese a la habilitación para producir en diversas regiones, las empresas enfrentan un incremento de los costos operativos por las dificultades logísticas: 54% tiene dificultades para abastecerse de insumos en el mercado local, 39% encuentra inconvenientes para garantizar el traslado del personal y 28% reportan impedimentos en el acceso a insumos importados por los cambios normativos.