Un medio nacional destaca la experiencia del Ejercito Guerrillero del Pueblo, que se instaló en Orán y no logró repetir la hazaña de Cuba. El grupo tenía a un lugarteniente del Che Guevara en Sierra Maestra.
A principios de 1964 el sueño de la revolución empezaba a terminar con una frustrada guerrilla con influencias del Che Guevara que se instaló en la profundidad del monte salteño e intentó repetir la historia que se había dado en Cuba unos años antes. Todo salió mal.
En las últimas horas, un medio nacional dio cuenta de esa épica frustrada. Se trata de Infobae, que hace foco en la Operación Santa Rosa, «cuando la Gendarmería combatió a la primera guerrilla castrista en Argentina».
«A mediados de 1963, el Ejército Guerrillero del Pueblo, al mando del ‘Comandante Segundo’ Jorge Masetti, se instaló en la zona de Orán, Salta. A mitad del año siguiente, habían fracasado. Los cuerpos de Masetti y de otro guerrillero jamás fueron hallados», asegura el mencionado sitio web.
«La invasión comenzó el 21 de junio de 1963, cuando unos diez hombres cruzaron el río Bermejo desde Bolivia hacia Argentina, en la zona de Orán, Salta. Era una de las fases de la llamada ‘Operación Penélope’, urdida en Cuba por el Che Guevara», sigue el artículo.
La nota destaca que «el viaje había sido largo: luego de salir de La Habana en noviembre de 1962, pasaron por Checoslovaquia, Argelia y Brasil». Y señala que «al frente marchaba el periodista argentino Jorge Masetti bajo el alias de ‘Comandante Segundo'», a quien describe como «amigo personal del Che, fundador de la agencia de noticias Prensa Latina» que «había adquirido instrucción militar en La Habana».
«Con él, entre otros, estaba el cubano Hermes Peña (Capitán Hermes), hombre de confianza de Guevara, miembro de su guardia personal. También Federico Evaristo Méndez (llamado Basilio), Ciro Roberto Bustos (alias Laureano, que reaparecería en 1967 junto al Che Guevara en Bolivia) y Leonardo Werthein (alias Fabián), que era el médico. Lo primero que hicieron al pisar suelo argentino ese 21 de junio fue jurar como miembros del EGP, el Ejército Guerrillero del Pueblo, con la fórmula ‘revolución o muerte’. Luego de recorrer varias semanas la zona, regresaron a Bolivia, donde tenían una casa de seguridad en la finca adquirida por espías argelinos», agrega.
La mayoría de ellos terminaron apresados, muertos por inanición o en combate, como el mismo Capitán Hermes. De Masetti y Altamira nunca más nada se supo.
