En un juicio abreviado, el sujeto de 34 años reconoció su responsabilidad por dos casos de abuso sexual con acceso carnal. Fue condenado a seis años de prisión. Las víctimas eran niños de doce y catorce años.
La madre de las víctimas y el condenado se habían criado juntos, lo que generó una confianza que le permitía al agresor compartir tiempo íntimo con los niños. El acusado llevaba a los menores a su casa en el barrio 15 de septiembre los fines de semana, a punto tal que les había acondicionado un cuarto para ellos, equipado con televisor, cama y una Play Station 5, para que se quedaran a dormir, práctica que se intensificaba cuando la madre de los menores trabajaba.
El abuso comenzó cuando el más pequeño tenía entre 4 o 5 años. El hombre lo manipulaba con regalos como celulares, dinero, recargas en juegos, pero además lo coaccionaba, amenazándolo con contar a su madre que le gustaban «esas cosas» si revelaba lo sucedido. El niño contó que la última vez que sucedió fue en una «piyamada» reciente. Por su parte, el menor de 14 años señaló que su primer abuso ocurrió a los 7 u 8 años.
La verdad salió a la luz el domingo 31 de agosto cuando los dos niños se encontraban en una feria en Vaqueros junto a su madre, abuela, y otros familiares. El más pequeño volvió a casa con el acusado y su hermano mayor, y en el camino, comenzó una discusión con el agresor, manifestándole que iba a contarle todo a su madre, por lo que al llegar a casa, le mandó un mensaje. Al leer el mensaje, la madre se quebrantó y se dirigió a la Comisaría. En el trayecto, el menor de 14 años, al ver la situación, confesó: «mamá a mí también me hizo lo mismo». La madre se descompensó y se desmayó ante la doble revelación.
Casi de forma simultánea el acusado, al conocer que los hechos habían sido revelados, intentó autolesionarse con un corte profundo en el cuello dentro de su domicilio, por lo que fue trasladado de urgencia al hospital San Bernardo bajo custodia policial.
Durante la audiencia flexible y multipropósito el juez de Garantías interviniente declaró procedente el acuerdo de juicio abreviado y lo condenó a la pena de seis años de prisión de ejecución efectiva. Ordenó su inmediato traslado a la Unidad Carcelaria 1 para el cumplimiento efectivo de la pena, y dispuso la extracción de material genético para su incorporación al Banco de Datos Genéticos.