La mujer relató el padecimiento que sufre porque el instituto no mantiene sus tratamientos. Apuntó contra Emilio Savoy. Dijo que no es la única que sufre la falta de respuestas.
Una jubilada salteña relató este miércoles el padecimiento y la angustia que sufre debido a la falta de respuestas del Instituto Provincial de Salud de Salta (IPS). Aseguró que el interventor del organismo, Emilio Savoy, brilla por su ausencia y agregó que no está haciendo un buen trabajo, ya que son varios los adultos mayores que padecen distintas irregularidades.
«Tengo una enfermedad que requiere de bolsas de colostomía. Tengo un ano contranatura», relató la mujer en Cuarto Oscuro, de FM La Plaza. Agregó que a pesar de realizar los pedidos con insistencia, las bolsas no aparecen a tiempo. «Voy y vengo, voy y vengo, y no tengo respuesta», dijo.
«A quien corresponda en este instituto: no la lleva bien. Es mucho el manoseo. No puede ser que un mes sin bolsa. Para una persona es un mundo», dijo, en referencia a Savoy. Y remarcó que no es la única que sufre de ese vacío de respuestas.
«Compré las bolsas yo durante dos meses porque no aparecían y no me devuelven la plata. No hay jefes. Te dicen ‘Esta no es mi área’. Cuando encontré una persona que era muy amable, desapareció. Era una doctora que solucionaba todo. Hoy no está. Y no hay jefe. Te mandan para atrás. No hay nadie. No hay una cabeza», siguió.
La mujer recordó que alguna vez debió ponerse firme para conseguir lo que necesitaba. «Dije que iba a reventar una bolsita y aparecieron. Pero no puedo amenazar a la gente todo el día», señaló.
«Tengo una derivación a Buenos Aires, pero les digo no me manden sin bolsas porque necesito mínimo treinta bolsas. Y preguntan, y piden y piden», dijo, en referencia a la burocracia y a las idas y vueltas que padece. «Sabés lo que es ver el instituto con gente. La gente no va a divertirse. Está haciendo trámites. Se le está muriendo un pariente», declaró.
«Aporté cincuenta años. Hoy los necesito y no están. Acá en Salta se dice una cosa, se piensa otra y se hace otra. Este señor, Savoy, evidentemente se cree que somos todos terroristas que lo queremos secuestrar. Me gustaría hablar con él y explicarle lo que es estar del otro lado del mostrador. Pero él llegó a sentarse nomás», agregó.
Para la jubilada, Savoy «no está al tanto de lo que sucede», y pidió que la situación se arregle para ella y para todos los adultos mayores.
