El juicio que se lleva a cabo esta semana recoge más información contra los uniformados, que en 2020 persiguieron a dos jóvenes, apedrearon una casa, ingresaron por la fuerza y le fracturaron la mandíbula a uno de ellos.
Policías tirapiedras. Podría ser una canción de cancha, pero es una descripción de la realidad salteña. Mientras funcionarios hablan de la preocupación por la suba de casos de inseguridad, nadie habla de la habitual violencia institucional que ejerce la Policía de la provincia. Episodios que suelen tener como víctimas a los más vulnerables, que no obtienen justicia a menos que los hechos no se puedan esconder, como ocurrió en 2020 en barrio Bicentenario.
Esta semana se realiza el juicio contra nueve policías salteños por haber perseguido, agredido y detenido a un joven que sufrió fractura de mandíbula por la paliza recibida y quedó con secuelas que le impiden manejarse con normalidad.
Nuevo Diario informó que en la jornada del juicio de este martes hubo testigos que complicaron a los policías. Además, se informó de videos donde se puede observar a los uniformados arrojar piedras contra la casa donde se refugiaba el agredido, que antes habría cometido el pecado de decirles a los policías que no lo molestaran más.
El matutino agregó testimonios donde se menciona que los policías ingresaron por la fuerza al domicilio, encontraron al joven y lo golpearon de manera salvaje. «Ya está, ya está», es la frase que el agredido repetía, mientras los golpes continuaban.
Los policías enjuiciados son Aldo Daniel Chauque, Santiago Delfín Jonathan Alcoba, Leonardo Corrillo, María José Miranda, Juan Alfredo Guitián, Jorge Valdiviezo, Jorge Alberto Saracho Dermith, Álvaro Nicolás Guanca y Cristian Agustín Cruz. Son juzgados por los delitos de allanamiento ilegal de domicilio, vejaciones agravadas por la violencia y lesiones graves en concurso ideal, todo en concurso real. Los imputados Chauque, Alcoba y Corrillo también están acusados del delito de falsedad ideológica.
