El sector privado formal perdió más de 146 mil puestos de trabajo desde fines del año pasado. En contraste, el monotributo sumó más de 101 mil nuevos inscriptos en el mismo período.
La caída sostenida del empleo registrado en Argentina marca una tendencia preocupante en el mercado laboral, con once meses consecutivos de retracción en el sector privado formal. Los datos recopilados por la consultora Audemus revelan que desde noviembre 2023 se perdieron más de 146 mil puestos de trabajo en este segmento, mientras que el sector público nacional experimentó una reducción de 36 mil empleos debido al achicamiento estatal impulsado por el gobierno de Milei.
En contraposición, el trabajo independiente muestra un crecimiento sostenido, registrando un aumento de más de 101 mil monotributistas en comparación con noviembre de 2023. Este incremento se ha mantenido durante nueve de los últimos diez meses, sugiriendo una transformación significativa en las modalidades de empleo del país.
La actividad económica presenta señales mixtas, con un leve repunte del 0,2% en agosto, aunque el acumulado anual refleja una caída del 3,1% respecto al mismo período de 2023. Los sectores más afectados incluyen la construcción con una baja del 24%, las ventas mayoristas con -15%, la producción de acero crudo con -12,6% y la fabricación de automóviles con -10,7%.
Según informa la web Ámbito, los expertos advierten sobre la precariedad que implica esta migración hacia el monotributo. Joan Vezzato, analista de Fundar, señala que este fenómeno podría indicar tanto un refugio para trabajadores despedidos como una mayor precarización de las relaciones laborales, destacando que estos trabajadores carecen de la protección salarial que ofrece la negociación colectiva.
Los datos más recientes muestran el impacto en los salarios: mientras que el sector privado registrado experimentó una pérdida del 12% interanual, el salario público se desplomó un 70% y el privado no registrado un 52%. Este escenario afecta a una población significativa, considerando que se estiman en 10 millones las personas en situación de trabajo no registrado.