Reconocidas como uno de los “17 lugares más salvajes y hermosos del mundo” por National Geographic, las Salinas Grandes atraen a turistas en cualquier época del año. Desde noviembre pasado funciona un glamping de lujo.
Su nombre es Pristine Camps y está compuesto por un domo central y cuatro domos-habitaciones, dos de las cuales entran en la categoría premium, mientras que las otras son exclusive. El lobby central del hotel cuenta con una decoración local y está ambientado en consonancia con el destino natural. “En total, el proyecto puede alojar hasta 10 personas. En cuanto a los precios, las tarifas parten desde los $42.000 por persona la noche con todo incluido, por lo que las habitaciones para dos personas cuestan desde $84.000 hasta $96.000 la noche” destacó en su edición de hoy el diario LA NACIÓN.
“En 2017, gané un concurso que se organizaba entre los Ministerios de Turismo, Modernización y Producción. Con mi proyecto, pretendía impulsar el glamping en todo el país”, cuenta a LA NACION uno de sus creadores, Nicolás Languasco Basy. Se trata del primer campamento de lujo de los cinco que planean instalar en la Argentina y también es el primero que logró establecer un acuerdo legal entre una empresa privada y una comunidad originaria.
“Pristine firmó un contrato con la cooperativa de la comunidad local, Cachi del Chincho Limitada, que pertenece a Aguas Blancas y se dedica a la explotación de sal en el lugar. Luego, empezó la instalación del nuevo hotel, cuya planta de trabajadores está conformada por integrantes de la misma comunidad” destaco el medio citado.
“Las Salinas Grandes de Jujuy son concesiones mineras de extracción de sal que pertenecen a la provincia. En 2017 se modificó la ley y se permitieron otras actividades económicas que vayan de la mano con eso, como puede ser el turismo”, explica el representante de Pristine. En total, la empresa firmó un acuerdo por la utilización de una hectárea sobre una concesión de 100 que pertenecen a la cooperativa.
Aunque entre los amenities no está incluida una pileta, las dos habitaciones premium tienen tinas de agua caliente. Los huéspedes disfrutan de la modalidad “all inclusive”: comidas, bebidas y actividades. “Nos está yendo muy bien”, destacó el fundador en base a lo vivido desde su apertura a fines del año pasado. En noviembre 2021 tuvieron 100% de ocupación, en diciembre 98% y en enero cerrarían el mes cerca del 93%.
El lugar también tiene un restaurante abierto al público durante los mediodías, con capacidad para hasta 24 personas y es con reserva previa. Por las noches, el espacio es exclusivo para los huéspedes. Además, en el domo central ya se llevaron a cabo eventos corporativos, de no más de 50 o 60 personas.
El proyecto reposa sobre cuatro pilares: el primero es el concepto de campamento de lujo; el segundo apunta a ubicarse como locaciones únicas, en su mayoría, sin infraestructura; el tercero, el contacto estrecho y la participación de la cultura local y, por último, “los estrictos parámetros de sustentabilidad”, señala Languasco Basy.