El Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano expresó su enérgico repudio a las recientes declaraciones del presidente argentino Javier Milei. Las autoridades bolivianas calificaron los comentarios como «ofensivos» y una intromisión a la soberanía nacional.
El gobierno de Bolivia manifestó su «más enérgico repudio» a los comentarios realizados por el presidente argentino Javier Milei el pasado 14 de abril, durante una conferencia de prensa junto al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent. Según la Cancillería boliviana, Milei afirmó que Bolivia terminó «destrozada» y que «ha encontrado el límite material de su modelo socialista y paulatinamente se está deteriorando».
Estas declaraciones fueron consideradas por el gobierno del presidente Luis Arce como «un atentado al proceso de fortalecimiento de la integración regional latinoamericana y caribeña». A través de sus redes sociales, la Cancillería boliviana respondió señalando que resulta «paradójico que quienes emiten calificativos sobre otros países omitan referirse a las profundas crisis sociales, la creciente desigualdad y la violencia institucional que existen en sus propios territorios».
El ministerio boliviano también reafirmó el compromiso del Estado Plurinacional «con un modelo político y económico que ha sido elegido soberanamente, que ha demostrado que genera excedentes y distribuye riqueza para beneficio de las inmensas mayorías y que busca construir justicia social con dignidad». Por su parte, organizaciones sociales bolivianas también rechazaron las palabras del mandatario argentino, como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, cuyo dirigente Adalberto Ticona manifestó que Milei «siente odio de que los pobres puedan tomar decisiones y ejerzan su derecho a decidir el destino de su país».
