Los tartagalenses reclaman por los constantes cortes, que llegan a durar hasta una semana. Y cuando hay agua, la presión es baja.
Con calores que llegan y pasan los 40 grados, el verano en Tartagal suele ser inclemente. A eso hay que sumarle los cortes de servicios básicos que hacen más difícil aún sobrellevar la temporada.
Sara Esper, una de las vecinas autoconvocadas que desde el año pasado reclaman por un mejor servicio de agua, comentó a Nuevo Diario que existen zonas en la ciudad que tienen suministro por tres horas al día, y para colmo “las primeras horas cae un pequeño chorro de agua turbia”.
Al respecto, Esper aseguró que “una mitad de la ciudad tiene baja presión y la otra no tiene el servicio de agua y ni pensar en los permanentes cortes de luz que hacen que vivir aquí sea insostenible”.
Ayer en la jornada de corsos hubo una reunión para manifestar esta situación y sumar más vecinos a la cruzada por un mejor servicio. Hasta ahora las autoridades no se ha manifestado, según comentaron. Según informó Esper, hay convenios entre Aguas del Norte y la Municipalidad que nunca se concretaron. Ello derivó en una denuncia federal “que todos ignoran”, el año pasado, con el apoyo de otros vecinos.
