Había asumido el 9 de septiembre pasado y tras una recorrida por el norte, fue internado diez días después. Falleció anoche como consecuencia de una neumonía bilateral provocada por el covid-19. Consternación en la provincia.
Humacata había llegado a la función pública de la mano del ministro de Salud, Juan José Esteban, el 9 de septiembre, cuando se hizo el recambio de las autoridades de la cartera, tras las críticas a la anterior ministra, Josefina Medrano.
Una de las primeras decisiones de Esteban, que remarcó sus «diferencias» con Medrano, fue elegir a Humacata como su mano derecha. Llegaba después de desempeñarse como delegado de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación en Salta y con experiencia como antecesor de Esteban en el Hospital del Milagro.
Cuando asumieron, ambos dieron una conferencia de prensa en donde el protagonismo fue compartido sin mezquindades por ambos. Humacata sorprendió aquella vez por el énfasis que ponía en la necesidad del manejo veraz de la información. Al ser consultado si lo dicho suponía que la gestión anterior no practicaba tal trasparencia, Humacata evitó la polémica. “Hablo de hoy para adelante, para hacernos cargo. O lo hacemos todos, o no tendremos los resultados esperados”, aunque en sus palabras finales insistió: “Habrá transparencia en la comunicación”.
No fue lo único, ese día también prometió lo siguiente: «Vamos a estar donde nunca llegaron las autoridades sanitarias. Ahí vamos a estar, con ellos, vamos a trabajar para darles la seguridad de que estamos haciendo lo que debemos hacer». La tarea empezó pronto y tras su primera semana de trabajo, quedó internado por Covid-19. El ministro Esteban debió cumplir con el aislamiento domiciliario y, días más tarde, confirmó que él también tenía coronavirus.
Mientras que el jefe de la cartera de Salud recibió el alta en los últimos días, la condición de Humacata empeoró rápidamente por una neumonía bilateral. Sufría complicaciones renales y estaba conectado a un respirador. La semana pasada, Esteban había pedido una «cadena de oración» por la salud de su segundo. «Está en grave estado. Estoy muy golpeado, muy dolido», dijo el funcionario, que aseguró: «Me duele el alma».