Lo confirmaron a CUARTO fuentes cercanas al gobernador. Se priorizan las particularidades de la provincia. Es el mismo criterio para el cierre de las fronteras locales.
La presión que genera desde hace semanas la lucha contra la propagación del coronavirus empieza a superar los mejores propósitos de los gobiernos en el país. Se supo que el mandatario provincial buscó siempre coordinar la implementación de las medidas con el gobierno nacional, pero la rapidez con que se propaga el virus y las particularidades de la provincia lo deslizan a solicitar y tomar medidas acordes a la realidad provincial.
Ese criterio fue el que enmarcó en el día de ayer su solicitud al gobierno nacional para el cierre de las fronteras. “Salta es una provincia con características distintas a otras del país. Es una provincia con triple frontera, con emergencia sociosanitaria en el norte, con un sistema de salud colapsado, con pueblos enteros sin agua y sumidos en la pobreza”, redactó en su cuenta de Twitter.
Ese razonamiento está dictando la medida inminente del gobierno provincial: la suspensión de las clases por 15 días al menos. Lo confirmaron fuentes cercanas al gobernador quienes aseguraron que las características de la crisis sociosanitaria en el norte provincial juega un rol importante, pero también la falta de agua en esta época en toda la provincia.
“El agua es una de las aliadas estratégicas para profundizar las medidas preventivas. No podemos pedirles a docentes, administrativos y estudiantes que respeten las mismas sabiendo que ese servicio clave para la higiene y seguridad en las escuelas acarrea años de límites indisimulables. Es como dijo Gustavo ayer cuando pidió el cierre de las fronteras: cada provincia tiene sus particularidades, características y problemáticas distintas y a partir de allí hay que tomar decisiones”, manifestó la preocupada funcionaria provincial consultada por este medio a la hora de chequear la información.
