Ante problemas económicos, el principal centro de salud de la provincia debió tomar medidas drásticas que afectan la atención.
El Hospital San Bernardo adoptó ayer una serie de medidas ante la falta de insumos y problemas económicos. Según trascendió a través de un comunicado interno, se suspenderán todas las cirugías programadas no prioritarias, así como los exámenes complementarios a pacientes ambulatorios que no tengan historia clínica en ese nosocomio.
El Comité de Emergencia Económica del hospital se había reunido días atrás y determinó los ajustes comunicados. Se suspende toda la agenda de cirugías no urgentes y solo se respetará la de cirugías cardíacas prioritarias, aunque se le solicitará a esos pacientes la provisión de seis electrodos de monitoreo.
Otra de las medidas es que no se realizarán estudios complementarios a quienes no estén registrados como pacientes del San Bernardo. Además, se reducirá la atención de consultorios externos con turno programado.
Tampoco se entregará medicación para patologías crónicas a pacientes ambulatorios, quienes deberán obtener los remedios en el centro de salud de su zona o en el Ministerio de Salud Pública. A los pacientes dados de alta solo se les proveerán remedios para 48 horas, debiendo conseguir el resto del tratamiento también en efectores públicos.
Por último, se elaborará una guía para que los profesionales puedan ver por sistema los resultados de análisis de laboratorio y así evitar reiteraciones innecesarias.
