domingo 8 de diciembre de 2024
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“Salteña putaresca”, “Judía reventada”, “Se acerca la hora de desaparecer” | Las amenazas a Paola Tacacho que la justicia desestimó

Siguen apareciendo detalles del acoso que durante años padeció la profesora de inglés salteña asesinada en la capital tucumana. La violencia machista de Mauricio Parada Parejas comenzó en una carrera de traductorado.

En el año 2015, Parada Parejas era uno de los alumnos inscriptos en la carrera de traductorado de inglés, en el Colegio Mark Twain de San Miguel de Tucumán. Fue parte en la clase de Paola Tacacho quien en los últimos cinco años lo denunció 13 veces por acosarla con insultos y amenazas de muerte que finalmente concretó el viernes pasado, cerca de las 21. Parada asesinó a Paola en plena calle de al menos seis puñaladas, una de ellas por la espalda, mientras ella regresaba a su casa del gimnasio. Minutos después y tras verse rodeado por un grupo de vecinos, se clavó con fuerza el cuchillo que había usado para asesinar a Paola en el medio del pecho y murió en el lugar.

Ese medio conversó con ex compañeros del femicida en el colegio Mark Twain. Si bien Mauricio asistió solo algunos meses al instituto y luego abandonó la carrera, la mayoría recuerda que Parada siempre se hacía presente en la puerta del colegio, que quedaba a muy pocas cuadras de su casa, y que hasta había acosado a otras alumnas. “Los pocos meses que fue a clases fuimos compañeros. Él era muy raro, no se daba con nadie. No hablaba y no quería hacer trabajos grupales para no dar su teléfono”, recuerda Áilean Fratkin, una ex alumna de Paola Tacacho, en diálogo con Infobae. “No llegó a completar el semestre y dejó de ir a clases, pero igual siempre estaba afuera del instituto”, agregó.

Áilean recuerda que cuando Mauricio dejó de asistir a clases, tanto Paola como ella y otras alumnas fueron hostigadas por él a través de cuentas truchas que armaba para intimidarlas. Áilean incluso recibió un mensaje destinado a la profesora salteña: “Tacacho hija de perra, pifiadora”. “Dile a Pao Estef. Tacacho la guerra ni empezó, salteña putaresca, aguante [Juan] Darthés”, escribió en otro, en diciembre de 2018, en referencia a la denuncia por violación de Thelma Fardín contra el actor que se hizo pública sobre esa fecha. En otro la agredió directamente con un insulto despreciable: “Judía reventada”.

Los familiares de Paola Tacacho contaron que le hizo lo mismo a ella durante años, armaba cuentas falsas con su nombre y publicaba fotos de ella con mensajes intimidantes: “Se acerca la hora de desaparecer” o “I am dead” (estoy muerta). El hostigamiento, sin embargo, no sólo era virtual, sino que Parada incluso la seguía cuando salía de su casa, le tocaba el timbre, graffiteaba su nombre en su camino al trabajo como para marcar su presencia y hasta llegó a ingresar un día en el edificio y llenar de fotos suyas el palier.

El motivo de tanta agresión en sus mensajes, entonces, no estaba claro. Pero las ex compañeras de Parada tienen una teoría: “La verdad no me acuerdo mucho si pasó algo específico de por qué dejó. Pero se enojó mucho cuando Paola le puso una ‘mala nota’. Y por mala nota me refiero a un 8,50. Me acuerdo de eso porque estábamos sorprendidas de la reacción por esa nota”, cuenta Áilean.

En noviembre de 2015 Paola denunció a Mauricio por primera vez. En septiembre de 2016, Paola, que había puesto al tanto a sus alumnas del hostigamiento que sufría, le envió un mail a Áilean. “Quería avisarte que te puse de testigo en la causa por Mauricio”, le escribió. Ella le respondió que le escribiera cuando tuviera novedades. “Nunca me contactaron de la Justicia”, dice.

Mauricio, en tanto, estuvo un tiempo detenido pero fue liberado a pesar de las sucesivas violaciones a las restricciones de acercamiento dispuestas en favor de Paola. El 29 de mayo de este año lo denunció por última vez, en una causa por daños y perjuicios que tramitaba en un juzgado civil y comercial tucumano. Sin embargo, el acoso nunca cesó y el desenlace fue trágico.

La familia de Paola y las ex compañeras de Parada Parejas sostienen que la familia del femicida tiene vínculos con la política y que son dueños de una clínica de urología. “Lo protegían porque él no hacía nada. Vivía solo y ellos le alquilaban el departamento a algunas cuadras de donde vivía Paola”, aseguran. Los registros previsionales del femicida no hablan de ningún empleo en blanco en toda su vida. La familia de Paola, mientras tanto, convoca este lunes por la tarde a una marcha en reclamo de justicia en la Plaza Independencia de la capital tucumana.

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