El ex intendente de la localidad y actual senador fue símbolo de la corrupción entre los jefes comunales, pero ahora se presentó a la Auditoría General de la Provincia para señalar irregularidades en la Municipalidad de Rosario de Lerma.
Lo adelantó en el programa televisivo Día de Miércoles. Allí el actual senador sostuvo que se presentó en la Auditoría General de la Provincia para denunciar que en Rosario de Lerma hay obras que no están terminadas y sin embargo están certificadas. Lamentó que se den este tipo de situaciones, sobre todo cuando en su gestión al frente de la intendencia del mencionado municipio, realizó viviendas económicas únicas aprobadas por el Banco Hipotecario y PROCREAR para empleados rurales.
No hay por qué dudar de la existencia de irregularidades, pero tampoco deja de sorprender que el que las señale sea el “Topo”, un funcionario que se convirtió en símbolo de impunidad en la provincia mientras era intendente de esa localidad y que fue denunciado y procesado por la emisión de cheques incobrables, facturación de obras no realizadas y desaparición de fondos de la cooperadora asistencial. Junto a su par de Cerrillos por ese entonces – José Corimayo – y otros funcionarios de segundo orden formaron parte de la llamada “causa de los intendentes” que de tanto estar cajoneada en la Justicia salteña terminó por cerrarse.
Ramos culminó sus mandatos tranquilo, presidió el Foro de Intendentes y luego consiguió una banca de senador. Hoy en día asegura que como puede trabajar en dos leyes al mes, el resto de los días realiza gestiones, mantiene cercanía con la gente y hasta se dirige a la Auditoría para denunciar irregularidades.
