Una multitud marchó por las calles de esa localidad del sur provincial junto al féretro y la familia. Uno de los asesinos también abusó sexualmente de su madre quien ya reconoció a los criminales.
Las imágenes conmueven. Miles de habitantes Rosario de la Frontera acompañaron en silencio el arribo y la marcha de los restos del niño de 4 años que fue asesinado en Puerto Deseado, Santa Cruz, al ser atacado por dos hombres que además violaron a su madre.
El féretro arribó al aeropuerto de la capital provincial cerca del mediodía y luego partieron en el auto de una funeraria rumbo hacia Rosario de la Frontera, para luego dirigirse a la plaza principal del pueblo donde una multitud esperaba los restos al grito de “Justicia” mientras el sacerdote del lugar y personal de la empresa Pieve trasladaban el féretro al interior de la iglesia.
Luego se ofició una misa en la parroquia Nuestra Señora del Rosario en donde la madre de Santino – brutalmente abusada el día de los hechos – estuvo acompañada por su pareja y sus hijos, incluido el mayor de ellos que también es militar y a quien habían ido a visitar en Puerto Deseado, lugar en donde se desencadenó el horror.
