La oposición no logró reunir los dos tercios necesarios para rechazar el veto presidencial. La votación concluyó con 160 votos contra el veto, 84 solventándolo y 5 abstenciones.
En una sesión cargada de tensión, la Cámara de Diputados de la Nación confirmó el veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario. Con una diferencia de apenas dos votos, la oposición no alcanzó la mayoría especial requerida para insistir en la normativa que asignaba fondos a las instituciones de educación superior. El resultado de la votación reflejó un panorama político contrariado, con 84 legisladores respaldando la posición del Gobierno, 160 en contra y 5 abstenciones. Dadas las ausencias en el recinto, el veto libertario a la ley solamente requería de 82 votos en apoyo para que no se llegara a los dos tercios.
El oficialismo, representado por La Libertad Avanza, contó con el apoyo crucial del PRO y sectores dialoguistas para sostener la decisión presidencial. En contraposición, Unión por la Patria, la izquierda y gran parte de la UCR y la Coalición Cívica lideraron el bloque opositor. La sesión, convocada por la oposición, requería el voto favorable de dos tercios de los diputados presentes para revertir el veto, un umbral que no se logró alcanzar.
Este desenlace marca un punto de inflexión en la política educativa nacional, consolidando la postura del Ejecutivo en materia de financiamiento universitario. La ratificación del veto en la Cámara baja evita que el proyecto pase al Senado, donde también se hubiera necesitado una mayoría calificada para su aprobación. Así, el veto presidencial queda firme, siguiendo el mismo camino que la ley de movilidad jubilatoria, previamente vetada por el presidente Milei.
