El presidente del Partido Unidad Popular relató los pormenores de una situación que terminó estallando ayer. Resaltó que las puertas del frente que inscribieron están abiertas, pero que ya no hay lugar para las componendas y los destratos.
La decisión de cuatro partidos – Unidad Popular, Kolina, Frente Grande y el Partido del Trabajo y del Pueblo – de inscribir ayer la alianza electoral transitoria “Frente de Todos” para las elecciones provinciales del 4 julio, fue la noticia que todos los medios comentaron en la mañana de hoy. CUARTO OSCURO dialogó con el presidente de UP para conocer los entretelones del accionar y se confirmó – tal como lo había adelantado CUARTO – que un episodio ocurrido el viernes y que involucró a Sergio Leavy fue el detonante.
“Había un acuerdo de todos los partidos para que esta semana – el día 30 a más tardar – nosotros como Frente de Todos inscribiéramos al frente, pero ello tenía que ir a la par y con la condición de haber resuelto es esquema de candidaturas, fundamentalmente en Capital. No fue una cuestión de semanas, a lo largo de este año hubo una permanente dilación, reuniones en donde se rediscutía lo que ya estaba acordado, propuestas un tanto insólitas como la del último viernes de constituir una mesa ampliada con referentes de toda la provincia para discutir el armado. Imaginate: con los plazos ya encima. Era como una convocatoria a un asambleísmo estudiantil y sorprendía que venga del Partido de la Victoria”, resaltó el historiador.
“Entonces, dijimos esto no va para ningún lado. Y que en ese momento [por el viernes] se haya retirado Leavy cuando teníamos que discutir un tema central que estaba acordado, fue una falta de respeto. Fue como decir ´yo no voy a decidir nada acá´ y la concejal García no tenía ninguna facultad para resolver nada, salvo proponernos que firmemos el acta de acuerdo de unidad. ¿Pero sobre qué? No se estaban cumpliendo acuerdos y hay clara voluntad de no hacerlo. Bueno, nos sentimos manoseados Expresiones peores como el caso del diputado Godoy que dijo que los partidos estaban para poner la firma legal y proponer una encuesta para medir a Sonia Escudero, a Abel Cornejo, al presidente de Gimnasia y Tiro. Se supone que el Frente de Todos tiene determinado contenido en valores y proyectos. Así podíamos estar no sé cuánto”, reseño el historiador quien no descartó que las dilaciones sean parte de maniobras para llegar a último momento y ejecutar manejos sospechosos.
Repreguntado sobre lo último, Escotorin enfatizo que la desconfianza atravesaba al grupo que finalmente inscribió en el Tribunal Electoral la alianza transitoria “Frente de Todos”. “Nunca hubo una discusión franca en torno a cómo, quiénes podían encabezar las listas. Entonces sentíamos que estábamos llegando a un punto en donde la intención de ellos era no abrir el juego ni entender la nueva realidad política en Salta. De un día para el otro se olvidaron de lo que fue el desastre electoral del 2019. Nos pareció que eso había llegado a un punto límite. No hay intención de dialogo ni de acuerdos, simplemente la pretensión de un partido de imponer sus criterios y sus candidatos”, remarcó.
Puesto a opinar si lo ocurrido supone un punto de no retorno en la relación con el Partido de la Victoria, el presidente de Unidad Popular dijo que no. “En el Acta Constitutiva dejamos claro que el espacio está abierto para la incorporación de fuerzas, pero también que la discusión sobre el armado de las candidaturas se hace en forma horizontal, con acuerdos de todos los partidos y que no hay un propietario del Frente de Todos. Por supuesto que deseamos que el Frente aglutine lo mejor de nuestra provincia, pero cuando decimos lo mejor hablamos de compañeros y compañeras con un compromiso real frente a todo lo que estamos viviendo y no entrar en componendas porque alguno tiene algún nivel de instalación. ¿Pero eso se traduce en lo que la sociedad espera de nosotros para ser verdaderos opositores?, fue la pregunta con la que el dirigente cerró la entrevista.
