La empresa 13 de Junio enfrenta un conflicto con sus trabajadores por despidos masivos y atrasos salariales. Los choferes advierten sobre posibles medidas de fuerza.
La tensión laboral crece en la empresa de transporte urbano 13 de Junio de Tartagal. El personal se declaró en estado de alerta y movilización ante el despido de siete empleados, entre choferes y administrativos, aunque temen que la cifra ascienda a nueve. Según el delegado José Eduardo Ferreyra, la patronal justifica los recortes por la quita de subsidios y la falta de un fondo compensador, mientras que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) Salta respaldó el reclamo.
A partir de hoy, el boleto urbano aumentó a $800, pero la empresa adeuda salarios desde hace dos meses y no regularizó los aportes jubilatorios ni de salud. Ferreyra advirtió que, si bien aún no hay paro, los recorridos están suspendidos los fines de semana por «no ser rentables». Explicó que la medida de alerta se levantará el miércoles a las 23 horas, pero no descartó acciones más contundentes.
La patronal, liderada por Víctor Hugo Belmont, argumenta la falta del fondo compensador y la quita de subsidios como causas de los despidos. No obstante, Ferreyra aseguró que «comprometieron pagar con el aumento aprobado» y que la reducción de recorridos «perjudica nuestro sueldo». Calculan que la nueva tarifa de $800 les dejaría una recaudación diaria de $3.200.000 o $96.000.000 mensuales, cifras que consideran suficientes.
