José Miranda es considerado sospechoso en la desaparición de Rosmery Aramayo Torres desde el inicio de las actuaciones. Tras la declaraciones de ayer, la fiscalía informó al final del día que investiga un femicidio.
Rosmery Aramayo Torres residía en Salvador Mazza, pero fue vista por última vez en la localidad de Campo Durán. Iba montada en su camioneta roja junto a su marido José Miranda. Ambos ingresaron a una finca en el vehículos, pero las sospechas que recaen sobre Miranda surgieron porque las cámaras de seguridad registraron imágenes que muestran que el vehículo abandono el lugar sin Aramayo Torres.
Ayer hubo una multitudinaria marcha en la zona pidiendo la aparición de la mujer. En medio de la conmoción social, Miranda declaro ante las autoridades judiciales que el pasado 17 de enero recorría junto a su pareja el lugar conocido como Pozo La Yegua del río Pilcomayo y que tras producirse un desborde de la tierra su mujer cayó al agua. Miranda agregó además que no buscó rescatarla por no saber nadar y que permaneció en la orilla esperando que Aramayo saliera del agua. Como eso no ocurrió, Miranda manifestó que decidió volver a Salvador Mazza.
Tras esas declaraciones, el Ministerio Público Fiscal informó en la noche de ayer que «ante la presunción de que la mujer podría encontrarse sin vida, el fiscal penal de Salvador Mazza en feria, Jorge Armando Cazón, derivó a la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP) la causa, a la cual caratuló como femicidio».
«Que José se suba a la camioneta de la policía y vayamos a donde tiró el cuerpo de mi mamá, eso es lo que yo pido», dijo Kimberly Aramayo, hija de Rosmery, durante la marcha realizada ayer. Ella fue la que exigió desde el principio investigar al marido de su madre. También se mostró pesimista de la posibilidad de encontrar con vida a la mujer. «Pasaron ya 4 días, el sol, el calor, los bichos, no creo que mi madre esté viva, pero si no la pude cuidar en vida, quiero cuidarla de muerta», manifestó.
