Ya son 800 las personas que decidieron ser trasladadas. El gobierno montó un hospital de campaña en la zona de los campamentos. Las perspectivas no son buenas por las características de la crecida y por la alerta de lluvias en Bolivia.
Siguen llegando personas a los campamentos que la provincia dispuso en la zona de La Curvita y los pronósticos no son los mejores para las próximas horas. El responsable del Sistema de Alerta Temprana del Pilcomayo, Luis María de la Cruz, explicó a la sección local del diario Página 12 que entre Misión La Paz (Argentina) y Pozo Hondo (Paraguay) el cauce del Pilcomayo se volvió “un embudo” que no permita el escurrir del agua y en consecuencia el río desborda.
A ello se le suma las noticias que arriban desde Bolivia en donde se dictó la alerta naranja por lluvias, por lo cual se prevé que la crecida continúe. Si se diera la combinación de ambos factores la situación podría ser empeorar. “Ayer algunas comunidades indígenas seguían aisladas con el agua al borde del anillo de contención, mientras que otras ya se habían sido inundadas porque la presión de la masa de agua rompió la defensa”, destacó la periodista Laura Urbano en el medio citado.
Ayer en Alto La Sierra se suspendieron por las lluvias. Sin clases se suspende también el servicio del comedor que funciona para los 500 chicos y chicas que asisten a la escuela. La situación preocupa a los habitantes de Santa Victoria Este que viven por estos días con el agua del río por sobre el anillo de defensa. Igual situación se vivía en Misión La Paz, en donde según comentó el dirigente indígena Alejo Gallardo, el anillo “hasta ahora está aguantando”.
En cambio, en otra comunidad el riesgo era inminente. “Peligra el anillo. Están tratando de reforzar en la zona de la escuela vieja, les faltan bolsas. Están rodeados de agua. Manifiestan estar sin comunicación con las autoridades. Piden ayuda urgente”, indicaron a la sección local del Página 12 desde Las Vertientes Costa, una comunidad a donde aún no se ha podido llegar.
