El sojero, que ejerce la presidencia del cuerpo, intentó imponer reglas que fueron muy mal recibidas por los demás parlamentarios. Los dejó esperando, les quitó los micrófonos y hasta hubo denuncias de maltratos. Ahora piden su renuncia.
El salteño Alfredo Olmedo protagonizó un escándalo y un papelón internacional en la sesión plenaria del Parlasur que se realizó en Montevideo este lunes. Como presidente del organismo, el sojero puso condiciones que fueron repudiadas por los demás parlamentarios, que ahora piden su renuncia en un buen porcentaje.
Olmedo retuvo en la puerta a los parlamentarios. Los tuvo muchos minutos esperando, incluso hubo una de las representantes que denunció que fue maltratada físicamente por la custodia impuesta por el sojero.
Ya en el recinto, Olmedo ordenó quitar los micrófonos de las distintas bancas y propuso que todos los parlamentarios que desearan tomar la palabra pasaran al frente y hablar delante de todos en un micrófono exclusivo. Esto generó indignación. Hubo rechazos fuertes de los diferentes representantes.
Una representante argentina terminó pidiendo disculpas en nombre del país por Olmedo. Otro, de Brasil, le dijo al salteño en la cara «no venimos a hacer turismo, venimos a trabajar».
Además, el periodista Nicolás Fiorentino informó vía X que Olmedo ordenó tener pulseras para entrar, algo prohibido. Las delegaciones se negaron a usarlas. Intentaron negarle el ingreso al jefe de la delegación de Brasil. Y la delegación paraguaya se fue, por lo que la sesión se levantó. Antes, Paraguay y Brasil exigieron su renuncia.
El sojero no estuvo tan solo. A Montevideo viajó Lilia Lemoine, la diputada nacional de La Libertad Avanza, partido aliado a Olmedo, que le mostró su apoyo.
