Esteban Amat lo admitió luego de que trascendiera su nombre como Vacunado VIP. Narró que le hubiera gustado que lo inocularan a su padre, pero el hombre de 90 años no era “estratégico” como él. Dijo que varios legisladores lo sabían.
Con un desparpajo a prueba de todo tipo de vergüenza, el presidente de la Cámara de Diputados, Esteban Amat, respondió con un marcial “Sí señor”, a la consulta de si se había vacunado. Fue en FM Noticias y luego de que trascendiera su nombre como vacunado VIP. De esta forma, Amat se suma a los otros tres funcionarios que se saltaron la fila: Pablo Outes, Antonio Hucena y María Suazo Ruíz.
A la hora de relatar el proceso, Amat dijo: “Les comento porque la verdad es que es algo que está sonando y no tengo nada que esconder. Yo estaba los primeros días de enero –no recuerdo bien la fecha– en Guachipas, me hablan el coordinador de la Cámara de Diputados diciéndome que pase por el Hospital del Milagro a las cinco de la tarde. Que tenía que pasar a vacunarme por ahí”, declaró.
Al pedírsele precisiones sobre cómo fue el proceso, Amat sólo dijo que el coordinador Marcelo Villagrán le contó que lo habían hablado desde el Ministerio de Salud para informarle que debía pasar “porque había muchas vacunas que no se están poniendo y como ‘vos sos personal estratégico sería conveniente que te vacunes porque estás en contacto permanente con las sesiones’”. En ese punto le recordaron que las sesiones eran virtuales, pero Amat dijo que para que funcione lo virtual se necesitan unas 30 personas.
“Yo prefería que se la pongan a mi padre que tiene 90 años”, dijo el diputado quien agregó que mientras iba de Guachipas al Hospital del Milagro “iba pensando si me la ponía o no me la ponía, porque era un momento en que la vacuna era veneno. Me la puse antes de Alberto Fernández y que Cristina. Yo tengo 53 años y no le tengo miedo [al COVID], sí tengo miedo de contagiar a los demás. Mi mujer no se puso vacunas, mis hijos no se pusieron, mis secretarios tampoco”, dijo el presidente de los diputados que relato que hace poco se le murió una tía con el marido de COVID.
Amat aseguró que antes de ponerse la vacuna consultó si era legal y mencionó una resolución de diciembre. No obstante, como los otros funcionarios vacunados, dejaron todo en silencio y fue la prensa la que reveló la irregularidad. “Jamás escondí ante mis pares que estaba vacunado”.
