El secretario general de ADIUNSa explicó cuáles son los objetivos de los paros actuales.
Luego de la marcha virtual de este martes realizada por docentes de la Universidad Nacional de Salta, el secretario general de ADIUNSa, Diego Maita, habló sobre los desafíos de mantener la protesta en el contexto de pandemia.
«Es una lucha difícil. Luchar en entornos virtuales es más difícil que dar clases virtuales. Recién tuvimos una marcha virtual, pudimos conversar, se sumaron compañeros y compañeras que no lo hacen habitualmente», dijo Maita en Cuarto Oscuro, nuestro programa de radio de FM La Cuerda.
El docente explicó que más allá del contexto de pandemia la lucha docente por salarios dignos no debe frenarse. «Entendemos que todo esto no debe cortarse por lo más delgado, como la docencia, sino que hay que avanzar hacia otros esquemas de discusión de cómo se distribuye la riqueza», detalló.
«Estamos obligados a entender las transformaciones en el mundo del trabajo y la comunicación. Hay un primer dato que es la angustia del compañero o compañera que vive su día a día mal. A partir de ahí uno trabaja para una acción puntual que es la reivindicación laboral y ahí está el principal problema, porque tradicionalmente hemos entendido a la calle como el espacio para debatir y hoy quizás son las redes, que tienen un lenguaje totalmente diferente, que tienen otra dinámica y donde a veces el poder de fuego te lo da la big data y la monetización y requiere aprender todo eso. Nosotros recién estamos en esa cuestión de construir», explicó Maita, que señaló que es importante «entender el momento».
«A la hora de decir ‘quiero tal aumento’ hay que pensar ‘de dónde quiero que lo saques'», dijo, y agregó que es el momento de unificar criterios para pedir un impuesto a la riqueza: «Creemos que hay que avanzar a medidas que tengan que ver con discutir la concentración y la acumulación de riquezas, que es algo que la coyuntura te lo permite. Creo que es el momento del máximo consenso posible».
Además, Maita dijo que también la lucha actual obliga a tratar de convencer a docentes simpatizantes del gobierno nacional a que protesten más allá de su postura partidaria.
«Muchos compañeros de buena fe reconocen y sienten que es legítimo el reclamo pero no quieren decir ni ‘a’ por miedo a debilitar al gobierno. Estamos en problemas porque tenemos que forzar a un gobierno que se dice popular, nacional, y que ha ganado con el apoyo de las universidades y la ciencia. Tenemos que forzarlo a que entienda que si quiere construir poder tiene que hacerlo con estos sectores», finalizó.