Sandra Serapio, es salteña y hace muchos años reside en Colombia. Entabló conversación con el programa Cuarto Oscuro (FM La Cuerda 104.5) y ahí detalló cómo viven estos tumultuosos momentos.
Las manifestaciones del pueblo y la represión del gobierno son hoy por hoy la noticia más relevante que nos llega desde esas tierras. «La reforma tributaria fue la gota de rebalsó el vaso», comenzó acotando Sandra ante la consulta sobre lo que sucede en Colombia. Además detalló que el neoliberalismo ha sido la cara de los distintos gobiernos que se sucedieron desde la década del 90 del siglo pasado en adelante. A ello la invitada le sumó la violencia estructural que se ha vivido por más de medio siglo.
«Esta era la tercera reforma propuesta por el gobierno de Iván Duque que tiene tres años. También se debe tener en cuenta que ya teníamos profundas desigualdades en la sociedad y durante la pandemia el Estado no ha asistido a la población más necesitada», explicó Sandra a modo de introducción en el tema.
A la par que la pobreza trepaba al 42% de la población colombiana, la ayuda estatal fue destinada a rescatar al sector financiero. Además hubo grandes inversiones en seguridad: «armarse para la represión y la guerra, como estamos viendo», señaló Sandra. En ese sentido detalló que el paro y las manifestaciones de este año tuvieron un antecedente en noviembre de 2019. «Fue muy similar al estallido que había pasado en Chile y en Ecuador», recordó la entrevistada.
Sandra también detalló que si bien el paro fue convocado por la Central Obrera, la repercusión en el pueblo hizo que las manifestaciones excedieran la instancia sindical y se desbordaran hacia la población común. Tanta gente viviendo de manera precarizada tanto laboral como existencialmente, generó un estado de irritación que derivó en la revuelta popular.
«Colombia tiene unos 1100 municipios de los cuales 800 están en paro desde abril», explicitó la entrevistada. Además convino en que si bien las manifestaciones se iniciaron en las grandes ciudades como Bogotá o Cali, luego se extendieron a los centros urbanos más pequeños «donde jamás en la vida había salido la gente a protestar». Incluso hubo marchas en zonas amazónicas y caribeñas. Tras todo este revuelo, levantaron el tratamiento de la reforma en el parlamento colombiano. De todas maneras, las protestas por otras reivindicaciones no cesaron.
«Lo que el gobierno ahora busca es un diálogo directo con los jóvenes, en Cali principalmente, que ahora es el foco de la represión», apuntó la entrevistada en relación a la participación masiva de la juventud en las marchas. «Los jóvenes no tienen ningún tipo de esperanzas. No tienen educación. Saben que no van a tener un trabajo. Y todo lo que les ofrecen es precariedad o entrar al mundo ilegal», se lamentó Sandra.
Antes de finalizar la entrevista, la invitada explicitó algo que es fundamental: el gobierno colombiano niega la represión o la justifica aduciendo que hay «terrorismo» en las calles. Así, el número de personas asesinadas por las fuerzas de seguridad va en incremento a medida que los días y las protestas avanzan. Más allá de las decenas de muertos, se tiene la cifra de más de 500 personas desaparecidas desde el inicio del paro nacional y las manifestaciones. El cese de la represión y las muertes sería un primer paso hacia destrabar el conflicto, señaló Sandra.
