En su habitual columna de los días lunes en el programa Cuarto Oscuro, el titular local del INADI relató cómo la pandemia multiplica peligrosamente los prejuicios: de la discriminación inicial a los asiáticos al ataque contra los repatriados.
La situación provocada por la detección de un trabajador golondrina que retornaba a la provincia y portaba el virus fue tema obligado en la columna del funcionario nacional que también se refirió a las declaraciones que realizara anoche el gobernador Gustavo Sáenz. “Con todo el respeto que merece la investidura del gobernador, no me gustaron sus declaraciones porque pueden potenciar las estigmatizaciones. Son momentos para transmitir mensajes que fomenten la tranquilidad aun cuando sabemos que vivimos momentos muy complicados”, dijo en su introducción Farquharson.
Remarcó que algunos términos y expresiones pueden generar mayor confusión y miedo en las personas, en un contexto donde esas variables se incrementan: “Nos preocupan el aumento de situaciones de discriminación en todo el país. Desde que se inició la cuarentena aumentaron en un 40% las consultas en el INADI respecto a situaciones que la gente vive como discriminatorias. Al inicio las consultas y las denuncias tenían como blanco a la población de origen asiático; luego provinieron de profesionales de la salud que vivían hechos de discriminación e incluyo a una médica que tuvo que mudarse por el hostigamiento que recibía; y en estas últimas semanas el eje se trasladó principalmente en las personas repatriadas e incluso en quienes dieron positivo en los testeos. La verdad estamos ante algo muy preocupante. Por el hostigamiento y hasta la persecución a manera personal” declaró el titular del INADI quien ejemplificó lo último con el caso del colectivo de SAETA que transportaba repatriados y fue apedreado en Barrio Unión de la capital salteña.
“Hay que recordar que se trata de personas a los que la cuarentena los encontró en otros lugares por diversas circunstancias y que el protocolo del gobierno dispone que esos traslados se realicen respetando las medidas que se disponen. Además, hay que tener en cuenta que actitudes de este tipo complican la lucha contra la pandemia porque las personas que puedan presentar síntomas pueden decidir ocultar su situación por temor a ese tipo de actitudes. Por eso alertamos a la sociedad que estos hechos no deben ocurrir y los funcionarios no deben generar más miedo y confusión que complejiza todo. La justicia determinará si se cometió un delito o no y a ella corresponderá administrar la sanción correspondiente, pero los discursos públicos no deben aumentar la psicosis”, sentenció.
En ese sentido, recordó que el lenguaje es una de las maneras en las que la discriminación se instituye y de allí la necesidad de emplearlo según las recomendaciones sobre ciertas terminologías y conceptos no discriminatorio.