El impacto del coronavirus sobre la economía aún es difícil de cuantificar. Lo que se sabe es que después de las aeronáuticas y los hoteles, el sector público será el más afectado.
«La recaudación ya venía mal y esto es un nuevo shock. Lo que más va a caer es la recaudación de los impuestos vinculados a la actividad -IVA, cheque, combustibles-, lo que también va a golpear a la coparticipación. Las provincias también sufren por el lado de la recaudación propia: los Ingresos Brutos también se recaudan de la producción y no se va a producir nada», dijo a La Política Online el economista de la consultora Seido, Gabriel Zelpo.
La exención de cargas patronales para las empresas de los sectores más afectados también va a reducir los ingresos fiscales, como así también un salto en las moras con la AFIP. Para las pymes, sostener los salarios sin contar con ingresos por un tiempo todavía indeterminado es una dificultad que las arrincona a la decisión de pagar los sueldos o pagar los impuestos con el escaso margen de liquidez que tienen.
Para las provincias esto supone una preocupación trascendental y esperan que el gobierno nacional les dé alguna precisión de con cuántos recursos van a poder contar para afrontar los gastos corrientes el mes que viene. Casi el 50% de los impuestos nacionales determinan la masa coparticipable, el principal ingreso de las finanzas provinciales.
