La Escuela Urquiza enfrenta graves problemas de infraestructura que afectan a los más pequeños. Padres denuncian condiciones precarias y exigen respuestas urgentes del Gobierno provincial.
En la Escuela Urquiza de Salta, los niños de sala de cinco años deben compartir los baños con alumnos de primaria, una situación que ha generado preocupación y malestar entre las familias. Según relató una madre a El 10 TV, se les recomendó que los menores hicieran sus necesidades en casa antes de asistir a clases, ya que los docentes no pueden abandonar al grupo para acompañar a un solo niño al baño. La indignación crece entre los padres, quienes aseguran que, de haber conocido las condiciones del establecimiento, no habrían inscrito a sus hijos allí.
Además de la falta de baños propios, los niños de jardín no cuentan con un aula adecuada para sus actividades. Las denuncias indican que se improvisó un espacio en un pasillo, lo que representa un riesgo para la seguridad de los menores. “Lo que debiera ser un momento de felicidad y aprendizaje se convirtió en una pesadilla”, expresó una de las madres afectadas. Esta situación no solo impacta en el bienestar de los niños, sino también en la confianza de las familias hacia el sistema educativo.
La crisis en la Escuela Urquiza refleja un problema recurrente en Salta capital, donde cada inicio de ciclo lectivo está marcado por denuncias por la falta de inversión en infraestructura escolar. A pesar de las promesas del Gobierno provincial sobre mejoras en el sistema educativo, las escuelas continúan en estado de abandono. Hasta el momento, la ministra de Educación, Cristina Fiore, no se ha pronunciado sobre el caso, mientras los padres reclaman soluciones concretas y mayor transparencia en la gestión de los recursos destinados a la educación.
