Permanece hace dos semanas en el hospital de Tartagal. Sus familiares piden donantes de sangre.
Su nombre es Felipe Torres, es un poblador originario del norte salteño, como tantos otros, los problemas derivados de la mala nutrición, lo llevaron a un punto casi mortal. Hoy, con 48 años apenas pesa 30 kilos.
Su hermano, Mateo, señaló que desde el año pasado Felipe tiene problemas alimentarios y lo venían «tratando». Incluso señaló que la trabajadora social del hospital de Santa Victoria Este emitió informes a la municipalidad pero no hubo asistencia alguna.
Felipe fue trasladado desde Santa María hacia el hospital de Santa Victoria Este, luego lo derivaron al Tartagal hace dos semanas, donde permanece actualmente. Su estado es delicado pero estable. Sus familiares piden la colaboración para dar con donantes de sangre.
«Los médicos acá nos trataron muy bien», señaló Mateo en entrevista con la TV local. «Nos han pedido cuatro dadores de sangre, pero solo hemos conseguido dos», acotó. Además señaló que como el caso de su hermano, hay varios en las comunidades; a pesar de ello no reciben ayuda ni respuestas por parte de los gobiernos, tanto municipales, como provincial ni nacional.
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