Ese fue el saldo de violencia que dejó el clásico salteño en el que ambos equipos peleaban por no descender.
En cuanto a lo deportivo, el resultado fue que ganó Juventud Antoniana por 2 goles contra 0 de Gimnasia y Tiro. Pero los bochornosos hechos de violencia posteriores, hicieron, sin duda, que el gran perdedor fuera el espectáculo deportivo. De todas maneras ambos equipos seguirán disputando el descenso en un triangular final junto a San Martín de Formosa.
Y respecto a la seguridad del encuentro, días antes de que se disputara, la Policía de Salta informaba que se dispondrían unos “600 policías para la cobertura total de seguridad en el estadio y en las adyacencias del mismo”. Hoy el número informado es más bien cercano a los 700. El jefe del operativo fue el Comisario General, Gabriel Ferrufino, director de la Unidad Regional Nº1.
Según la prensa policial hubo unas 77 personas demoradas por contravenciones y delitos. Además especifican, tautológicamente, que se “decomisó droga y bebida alcohólica” que intentaron ingresar varios al estadio. En el conteo de espectadores aseguran que hubo cerca de 10 mil personas.
Uno de los inconvenientes no reportados por la policía pero sí por FM Profesional fue la agresión que sufrieron 5 dirigentes del Santo. Según comentó Gustavo Klix, presidente de Juventud Antoniana, él junto a Federico Muratore, Federico Carrasco y otros 2, fueron abordados por hinchas de Gimnasia: “Fue una emboscada con trompadas y nos arrojaron piedras y ladrillos que no sé de dónde sacaron”. También se reportaron agresiones a jugadores Gimnasia, también abordados por la hinchada de su propio equipo.
El episodio de violencia tuvo lugar al terminar el encuentro, seguramente derivado de la calentura que portaban los “albos” al haber perdido, en su propia cancha, contra el clásico rival, a lo que hay que sumarle la cercana posibilidad del descenso, aunque para nada eso justifica tal cobarde agresión.
