El perito determinó que el crimen ocurrió en el garaje, no por una caída accidental desde la planta alta como alegó la imputada. Las evidencias de sangre se concentraron en la planta baja del inmueble.
Continúa el juicio contra Lidia Cardozo, acusada de homicidio calificado por el vínculo en perjuicio de su hijo de 11 años, Leonel Guillermo Francia, ocurrido el 31 de agosto de 2023 en barrio Solidaridad de la capital salteña. Durante la segunda jornada, el perito criminalístico del CIF expuso hallazgos que contradicen la versión de la acusada, quien en su declaración investigativa había sostenido que el menor se golpeó accidentalmente mientras ella realizaba tareas domésticas.
En su relato reproducido en video, la imputada describió una mañana rutinaria donde encontró al niño «apoyado contra la pared, agarrándose la cabeza» tras supuestamente golpearse jugando. Según su versión, le quitó la ropa y la puso a lavar porque el menor no iría a la escuela, y recién horas después notó que respiraba con dificultad. Sin embargo, el especialista forense determinó que el hecho ocurrió entre las 7:36 y 8:53 de la mañana en el sector del garaje de la planta baja.
La investigación reveló diez muestras positivas para sangre humana con el perfil genético de la víctima, distribuidas principalmente en la planta baja: funda de almohada, cobertor del colchón, una bolsa plástica en la cocina, el mango de una pala y debajo de la pileta del lavadero. El vehículo de la acusada ya presentaba manchas de sangre en el capó cuando lo sacó del garaje a las 8:52 horas, según registraron las cámaras de seguridad.
El perito descartó completamente la posibilidad de un accidente en la planta alta por la ausencia total de manchas sanguíneas en esa zona. La ropa del menor, que la madre dijo haber lavado rutinariamente, fue encontrada húmeda en el lavarropas. La aplicación de luminol en el piso del garaje arrojó resultado positivo, confirmando la presencia de sangre diluida con agua.
Durante la primera jornada había declarado el padre del menor, quien describió haber observado moretones en el cuerpo de su hijo en ocasiones anteriores, aunque el niño siempre atribuía las marcas a caídas de la bicicleta o juegos. Pese a la búsqueda exhaustiva, no se localizó el arma homicida: un objeto metálico, duro, con punta y de al menos 12 centímetros de largo que causó la lesión punzopenetrante mortal.
Según informó la prensa del Poder Judicial, el tribunal colegiado integrado por los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello continúa recibiendo pruebas testimoniales. La autopsia determinó que el menor falleció por traumatismo encéfalo craneal grave, contradiciendo la versión materna de un accidente doméstico.


