Desde que asumió Macri hay un 30% más de detenidos pero la infraestructura no alcanza. Preocupa la cantidad de madres con hijos sin prisión domiciliaria.
Según los datos del Servicio Penitenciario Nacional la capacidad de alojamiento en las cárceles colapsó y en diciembre de 2018 ya había 1.123 detenidos por encima de lo permitido, y para mediados de abril de este año trepó a 1.747 presos. Así lo indica un nuevo informe de la Procuración Penitenciaria Nacional.
Los números indican que desde que asumió Cambiemos el gobierno, la cantidad de presos en cárceles federales aumentó de 10.274 a 13.982, es decir más del 30% de incremento. “Los especialistas lo llaman ‘inflación penitenciaria’ y valió que, después de fuertes críticas de la Justicia, el Gobierno declarara en marzo pasado la emergencia nacional en este tema”, explica Fernando Soriano en Infobae.
Las críticas por la superpoblación carcelaria radican en que el aumento sideral de detenidos no es acompañado por una inversión en infraestructura ni por políticas que mejoren el contexto preventivamente, además de “la presión de la opinión pública en los debates actuales” en materia de seguridad.
Asimismo, el informe señala que actualmente el 60% de los detenidos está procesado sin condena firme, es decir 6 de cada diez. Esto trae preocupación por la utilización de la prisión preventiva.
De la misma forma los especialistas destacan como “sumamente problemático” el encarcelamiento de mujeres embarazadas o con hijos en prisión. Aquí bien podría darse una prisión domiciliaria, a través de una clara determinación judicial.
