La primera etapa contempla la venta del 100% de las acciones de la empresa en CITELEC S.A., controlante de Transener. La medida se enmarca en la Ley Bases y busca «ordenar el funcionamiento del Estado».
El gobierno nacional oficializó el inicio del proceso de privatización total de Energía Argentina SA (ENARSA) mediante el Decreto 286/2035. La medida establece que la privatización se realizará gradualmente a través de la separación de las actividades y bienes de cada una de las unidades de negocio de la empresa estatal.
Como primera fase del proceso, se autorizó la venta del 100% de las acciones que ENARSA posee en CITELEC S.A., empresa que controla Transener, responsable de la transmisión eléctrica en todo el territorio nacional. Esta operación se llevará a cabo mediante un concurso público de alcance nacional e internacional.
El gobierno justificó la decisión argumentando que «ENARSA requirió transferencias millonarias del Tesoro para sostener una estructura que no logró resultados eficientes ni en calidad de servicio ni en administración». Según el decreto oficial, el objetivo es «ordenar el funcionamiento del Estado y permitir que el sector privado, con capacidad de inversión y experiencia, asuma la gestión de actividades clave como la transmisión eléctrica», buscando mejorar el servicio, fomentar la competencia y garantizar precios sostenibles.
La privatización se encuentra amparada en el artículo 7° de la Ley Bases, que declaró a ENARSA «sujeta a privatización». Cabe recordar que en octubre del año pasado, el exsubsecretario de Energía, Federico Basualdo, había advertido sobre los riesgos de esta medida, señalando que ENARSA «cumple un rol fundamental en el sector energético argentino» y que su privatización implicaría que el Estado «no solamente pierde los activos estratégicos sino también la política pública y la capacidad de regular mercados fundamentales».
