lunes 29 de abril de 2024
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El diputado y ex policía salteño Gustavo Orozco irá a juicio por vejaciones junto a otros dos uniformados

El hecho ocurrió en 2015. Entonces Orozco todavía era policía en Rosario de la Frontera. Junto a otros dos «colegas» golpearon, detuvieron y torturaron a un sujeto que estaba ebrio en un festival.

En las pasadas horas se informó la elevación a juicio de una de las causas que tiene al polidiputado olmedista Gustavo Orlando Orozco como protagonista. Junto a Rubén Darío Medina y Denis Arnaldo Coronel, se les acusa por el delito de vejaciones agravadas por el uso de la violencia, por un hecho ocurrido el 3 de febrero de 2015, en perjuicio de un vecino de Rosario de la Frontera.

«El denunciante fue víctima de un episodio a la salida de un festival al que había asistido en el Complejo Deportivo Municipal de la Candelaria, recibiendo un trato denigratorio y humillante, físico y verbal», detallan desde el Ministerio Público Fiscal de Salta (MPFS).

El pedido de elevación a juicio realizado por la Fiscal de Derechos humanos Verónica Simesen de Bielke reunió distintos informes y declaraciones testimoniales, entre las cuales mencionan la presencia de “la camioneta de la Brigada”; fotografías de las lesiones; certificado médico que confirmó “inflamación en región maxilar inferior derecho, y hematoma derecho en cavidad bucal” del denunciante; y copias del Libro de guardia, perteneciente a la Brigada de Investigaciones N° 3.

Lo relatado por el denunciante tiene todos los matices del accionar brutal de la policía salteña. Ya en 2020 se había pedido la elevación a juicio, pero la pandemia retrasó los trámites. En octubre de ese año, un artículo publicado por el MPFS detallaba la versión que llegó a la justicia. La reproducimos a continuación:

Según consta en la investigación, las actuaciones se iniciaron a partir de la denuncia radicada por un vecino en la Fiscalía Penal de Rosario de la Frontera, “debido a una agresión física por parte del oficial Orozco, personal de la Brigada de Investigaciones de Rosario de la Frontera”. Luego, se recibió declaración testimonial en la Fiscalía de Derechos Humanos (Metán), donde la víctima manifestó que el 3 de febrero de 2015, se encontraba en el Complejo Deportivo Municipal de la Candelaria, donde asistió a un festival junto a dos hermanas y amigas de ellas y donde se encontró con amigos. Se retiraron antes de que terminara el festival, para comprar comida y bebidas y luego dirigirse a la finca de su padre. Compraron en unos puestos frente al Festival y cuando estaban por retirarse, se acercó un hombre de civil, que preguntó a uno de los amigos “en qué había venido, y con quién, y si lo podía acompañar”.

Intentaron detener al amigo y cuando el denunciante se acercó para preguntar el motivo, recibió un golpe de puño en la cara. Declaró que en la camioneta de la policía estaban Orozco y dos personas más de civil y que al recibir la piña, terminó en el piso. Antes, dijo que por la caída “sin querer, arrojó el vaso de cerveza en el pantalón al tal Orozco”. Al denunciante lo levantaron del cuello y lo subieron al móvil. En el trayecto a la Comisaría de la Candelaria, viajó en el asiento trasero con dos policías: uno de ellos lo ahorcaba y el segundo, le iba pegando con golpes de puño en las costillas. En la Comisaría, no le pidieron datos ni lo ingresaron como demorado y en cambio, lo llevaron a un descampado contiguo y le dijeron que estaba con custodia. Cuando el amigo fue a hacer la denuncia sobre los hechos (con respecto a lo que pasó en el Festival), llegó Orozco al descampado y le cuestionó “por qué se había acercado al lugar donde estaba el personal policial”. El denunciante le pidió perdón y Orozco le dijo “porque te metés, en éstas cosas no tenés que andar”. Luego llegó una hermana y todos se retiraron. Al día siguiente, su padre radicó una denuncia.

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