Una jueza de Tartagal sentenció a un efectivo policial y a una mujer por intentar ingresar estupefacientes a detenidos. Él recibió seis años de prisión efectiva.
La jueza Asusena Margarita Vásquez del Tribunal de Juicio de Tartagal dictaminó sendas condenas para un policía y una cómplice que intentaron traficar drogas dentro de una comisaría. El efectivo de 41 años fue hallado culpable de cohecho y facilitación de estupefacientes agravados por su función pública y el lugar de detención en grado de tentativa.
Por su parte, la joven de 22 años fue condenada por los mismos delitos, exceptuando la agravante de la función pública. Las penas impuestas fueron de seis años de prisión efectiva, multa e inhabilitación perpetua para el uniformado, mientras que la mujer deberá cumplir un año de prisión en suspenso, pagar una multa, fijar domicilio, ser controlada por un patronato y no relacionarse con personas vinculadas al hampa.
Los hechos que derivaron en estas contundentes sentencias ocurrieron el 25 de agosto del año pasado, cuando la cómplice se presentó en la Comisaría Tercera de Tartagal con dinero y drogas que intentaría entregar al policía, quien se desempeñaba allí y supuestamente las haría llegar a los detenidos. Sin embargo, otro efectivo se hizo pasar por el ahora imputado y al descubrir los ilícitos elementos denunció la situación.
Tras la audiencia, el hombre fue trasladado de inmediato a la Alcaidía de Tartagal para cumplir su condena, mientras que la mujer, al obtener una pena en suspenso, recuperó su libertad ambulatoria. Este caso sin precedentes en la ciudad norteña pone en tela de juicio la integridad de las fuerzas del orden y deja al descubierto una red de corrupción y narcotráfico que operaba desde los mismos centros de detención policial.
